La Cumbre Internacional ICAM 2025: Iberoamérica ha quedado oficialmente inaugurada en Madrid con una intervención de alto calado político e institucional. Edmundo González Urrutia, presidente electo de Venezuela, ha sido el encargado de ofrecer la conferencia inaugural como keynote speaker en un acto que también contó con las palabras del Decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, Eugenio Ribón; del alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida; y de Moisés Morera Martín, director de Programación de Casa de América.
La elección de González como voz de apertura ha sido, en palabras del Decano Ribón, un gesto «con fuerte carga simbólica e institucional», al situar en el centro del debate iberoamericano el caso venezolano como «uno de los más extremos de colapso del Estado de derecho» en el mundo actual. Venezuela, explicó Ribón, ocupa en 2024 el último puesto del ranking global del World Justice Project, evidenciando las profundas consecuencias sociales y económicas derivadas del desmantelamiento institucional.

En esta misma línea, el alcalde de Madrid ha subrayado en su discurso el «compromiso firme e inequívoco» de la capital española con el restablecimiento de la legalidad democrática en Venezuela y con el liderazgo de González: «El pueblo venezolano tiene en Madrid un aliado hasta alcanzar la democracia plena», afirmó Martínez-Almeida, quien no dudó en calificar a Edmundo González como el «presidente legítimo» del país iberoamericano.
Una advertencia desde la experiencia venezolana
En su discurso, Edmundo González ofreció una reflexión profunda sobre los desafíos contemporáneos al Estado de Derecho, advirtiendo sobre el avance global del autoritarismo y la erosión de los principios democráticos. “El Estado de derecho, pilar esencial de nuestra democracia, no puede darse nunca por garantizado. Su defensa exige vigilancia, compromiso y sobre todo instituciones sólidas e independientes”, afirmó ante una audiencia compuesta por destacados juristas, académicos y representantes institucionales del mundo iberoamericano.
Desde su experiencia como ciudadano y líder político de un país devastado por el autoritarismo, González señaló que “la pérdida paulatina de la independencia judicial, el debilitamiento del parlamento y el uso instrumental de la ley han producido una crisis política, económica y social de dimensiones trágicas” en Venezuela, y advirtió que este proceso no ha sido abrupto, sino el resultado de un deterioro sistemático: “El Estado de Derecho no puede quebrarse silenciosamente; su reconstrucción es siempre más cara y costosa que su preservación.”

El presidente electo hizo un llamado a todos los actores del sistema democrático (jueces, abogados, legisladores, académicos y sociedad civil) a asumir su responsabilidad en la defensa de las instituciones: “La justicia no puede ser sometida a intereses coyunturales ni convertirse en herramienta de dominación política. Un poder judicial independiente constituye la última línea de defensa de la democracia.”
González concluyó su intervención con una apelación directa a la acción colectiva: “Sin justicia no hay libertad y sin Estado de Derecho no hay democracia sostenible. Este encuentro debe ser más que un espacio de reflexión: debe ser un llamado a la responsabilidad.”
La “Cumbre Internacional ICAM 2025: Iberoamérica” se abre así con un mensaje claro: la reconstrucción democrática comienza desde el Derecho. Como ha recordado el Decano del ICAM, Eugenio Ribón, “la posible transición que se abre con un nuevo liderazgo en Venezuela es una oportunidad frágil, pero imprescindible. Que esta cumbre se inaugure con una voz desde Venezuela es una forma de afirmar que la reconstrucción empieza por el Derecho”.

Una sesión plenaria para fijar la agenda iberoamericana
Tras la intervención inaugural, la Cumbre acogió la sesión plenaria titulada “Iberoamérica en la agenda global: de las Cumbres Iberoamericanas a la COP30”, moderada por el Decano del ICAM, Eugenio Ribón. La mesa contó con la participación de destacados referentes jurídicos y políticos del ámbito iberoamericano, como Enrique Gil Botero, secretario general de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB), y Lorenzo Cotino, presidente de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Enrique Gil Botero hizo un repaso del trabajo estratégico de la COMJIB en favor de una cooperación jurídica internacional efectiva y moderna, adaptada a los desafíos del crimen transnacional. Explicó el alcance del Tratado de Medellín, que desde 2019 permite el intercambio electrónico en tiempo real de documentos con plena validez jurídica entre los países miembros, herramienta fundamental en la lucha contra delitos como el narcotráfico, la trata de personas o los delitos cibernéticos.
Gil Botero insistió en que la justicia es condición indispensable para la paz, y que el acceso a ella no debe limitarse a lo formal o institucional. Anunció la próxima presentación de un nuevo tratado iberoamericano sobre el acceso efectivo a la justicia para personas en situación de vulnerabilidad, que irá más allá del plano teórico y se enfocará en la justicia como derecho material para migrantes, personas en pobreza o contextos de exclusión.




En un momento especialmente simbólico, el secretario general de la COMJIB planteó una propuesta ambiciosa: que Madrid se convierta en la capital mundial de la paz a través de la justicia transnacional, y se consolide como sede de una gran cumbre internacional por la justicia global.
Por su parte, Lorenzo Cotino, presidente de la AEPD, centró su intervención en los desafíos actuales y futuros que supone la protección de datos en el entorno digital, especialmente en relación con la inteligencia artificial. Recordó que la Agencia Española es una autoridad independiente con un papel estratégico en la defensa de los derechos digitales, y subrayó la importancia de reforzar la alianza con el ICAM, dado que muchos de los más de 120.000 profesionales registrados son abogados, y muchos de ellos del propio colegio madrileño.
El presidente de la AEPD informó sobre los avances de la Red Iberoamericana de Protección de Datos, que agrupa a 13 países de la región y que recientemente ha celebrado un encuentro en Colombia. Uno de sus principales objetivos es actualizar los estándares iberoamericanos de protección de datos, en vigor desde hace más de una década, para responder al “tsunami digital” y garantizar un marco común que permita la seguridad jurídica, la innovación y la competitividad económica.
Cotino también defendió la influencia del modelo europeo de protección de datos frente a visiones anglosajonas más permisivas, y señaló que una regulación sólida no es un obstáculo, sino una base de confianza y desarrollo económico.
La Cumbre Internacional ICAM 2025 arrancó así con un firme llamamiento a reforzar la cooperación jurídica, la defensa de los derechos digitales y el papel de la justicia como herramienta central para la paz y el desarrollo sostenible en Iberoamérica.