El Colegio despide la valla de la vergüenza con mensajes ciudadanos de compromiso

  • Recibió 528 mensajes durante su mes de exposición
  • La Exposición “11 vidas en 11 maletas” del Consejo General de la Abogacía Española sigue ruta hacia otros Colegios de España

Cerca de un mes ha estado instalada en la fachada del Colegio la denominada “valla de la vergüenza”, una réplica en pequeña escala con concertinas incluidas, que no ha dejado indiferente a ninguno de los madrileños que ha transitado la calle Serrano desde su instalación, el pasado 19 de septiembre.

En el contexto de la exposición sobre los refugiados “11 vidas en 11 maletas” organizada por el Consejo General de la Abogacía, la valla de la vergüenza ha recibido más de quinientos mensajes entre sus hierros, así como otros tantos en el libro de firmas de los visitantes.

Muchos de ellos, voces de agradecimiento y solidaridad, desde reconocidos periodistas a jóvenes de los centros educativos cercanos y estudiantes de Derecho de diferentes Universidades.

La valla se instauró fría y amenazantemente extraña en la calle, quizás como testigo mudo de que “vivimos en un país que trata a los emigrantes como héroes y a los inmigrantes como problema”, como puede leerse en ella, o como reprobación a que “en el mundo de la información, la democracia y la tecnología sigue existiendo un gran compromiso con los olvidados por el primer mundo. Que una persona tenga más derechos que otra y unas expectativas completamente diferentes, solo por el hecho de haber nacido a un lado u otro de una línea imaginaria”….

En castellano, en inglés, portugués e italiano, entre otros idiomas, la valla recogió mensajes de solidaridad y concienciación que clamaron porque “Hay momentos en que es necesario dejar de lado burocracia, fronteras o nacionalidades. Son seres humanos y necesitan nuestra ayuda”. “¿Por qué nos inquietan esas miradas? ¿Esas vidas? ¿Por qué? Si no es solo su problema, su angustia, su lloro, su tristeza, su soledad. ¿Por qué dejamos que ocurra?”. La provocadora cerca avisa: “Las vallas no nos defenderán de nosotros mismos”.

Compartir en tus RRSS