La decana de la Abogacía de Barcelona ha reivindicado hoy en Madrid el papel fundamental que debe desempeñar esta profesión en la recuperación de la unión de España a través de un diálogo sereno. María Eugenia Gay, que ha intervenido en el Foro Justicia del ICAM, ha reclamado también un Pacto de Estado por la Justicia y ha reivindicado la necesidad de garantizar el derecho de defensa y la igualdad real como pilares de un auténtico Estado social y de derecho.
En el acto, que ha tenido lugar en el patio de la Biblioteca del Colegio de Abogados de Madrid, han participado también la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, y el decano madrileño José María Alonso. En sus palabras de bienvenida, Alonso ha señalado precisamente que uno de los principales objetivos de la Junta de Gobierno del ICAM ha sido contribuir desde la Abogacía madrileña a limar desencuentros existentes entre Cataluña y el resto de España.
“La llamada cuestión catalana es uno de los problemas más graves, sino el más grave, a los que se está enfrentando España desde el restablecimiento de la democracia”, ha reconocido Alonso, recordando que la esencia de la profesión de abogado está en la defensa del Estado de Derecho y el respeto a la Ley. “Creo que la abogacía puede jugar un papel relevante en el acercamiento de posturas y en la búsqueda de soluciones”, ha recalcado.
En ese sentido, el decano ha agradecido a María Eugenia Gay su presencia en este Foro como una muestra más de los puentes que están tendiendo los Colegios de Madrid y Barcelona desde la llegada de ambos decanos. “Si hemos sido capaces de tener un entendimiento, una comunicación sin fisuras de ningún tipo, por qué no es capaz de hacerlo la clase política”, ha cuestionado Alonso.
Empatía, pasión y compromiso
Tras la intervención del decano, la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, destacó tres de los atributos que mejor definen a la decana de Barcelona, la empatía, la pasión y el compromiso. “Apasionada, comprometida, vocacional, emprendedora o incansable” son algunos de los calificativos que, según la ministra, mejor definen a una mujer con una inmensa capacidad de trabajo que ha puesto en valor el papel de la mujer en la Justicia.
De su labor al frente del Colegio de la Abogacía de Barcelona y como vicepresidenta del CGAE, Delgado ha destacado cuatro ámbitos del trabajo impulsado por la decana: el compromiso con la igualdad y el pensamiento con perspectiva de género; su apuesta por el acuerdo y el diálogo como consecuencia de su empatía y experiencia como mediadora; sus esfuerzos en pro de la modernización de la justicia y la reivindicación del derecho de defensa.
“María Eugenia Gay pertenece a esa estirpe de mujeres inspiradoras que con su labor diaria contribuyen a romper los techos de cristal con los que nos encontramos las mujeres en nuestra carrera profesional”, ha concluido.
Motor de la democracia
Tras elogiar a José María Alonso por el “aplomo y la elegancia” con que dirige “el Colegio de Abogados más grande de Europa”, María Eugenia Gay ha iniciado su intervención agradeciendo una invitación que refuerza el vínculo entre dos Colegios, el de Madrid y Barcelona, que están trabajando conjuntamente por los derechos de la abogacía y para garantizar los derechos de la ciudadanía y valores como la tolerancia, la convivencia y la paz social.
Seguidamente, la decana ha repasado en su discurso la aportación histórica de la abogacía en la consolidación de la democracia y el Estado de Derecho, destacando episodios tan trascendentales como el Congreso de León, el atentado contra los abogados laboralistas de Atocha o la elaboración de la Carta Magna. “La abogacía ha sido sin duda el motor de la democracia”, ha afirmado, recordando a los abogados de la transición que “escribieron con su vida una obra inconmensurable que debemos mantener y respetar”, pues “les debemos el hito del derecho de defensa”. Un derecho que, según ha lamentado Gay, todavía no dispone de una ley orgánica que lo desarrolle y lo adapte a los países de nuestro entorno y a los tratados internacionales.
Además de reclamar esta ley orgánica, la decana barcelonesa ha tenido palabras de reconocimiento para los abogados y abogadas del Turno de Oficio, cuya labor sigue sin ser remunerada como merece, y ha reivindicado recuperar la esencia recogida en la ley de asistencia jurídica gratuita de 1996: “los colegios gestionan, la administración paga”.
Pacto de Estado
María Eugenia Gay también ha reivindicado en su intervención una reforma decidida y valiente de la Administración de Justicia a través de un Pacto de Estado que ponga el foco en mejorar la agilidad de la justicia para hacerla más eficaz, lo que implica dotarla de una atribución presupuestaria mucho mayor que la dignifique. Reorganizar la oficina judicial sería otra de las medidas necesarias en un pacto que debería apostar firmemente por la solución alternativa de conflictos, en particular a través de la mediación.
Toda esta reforma, no obstante, no será posible sin el apoyo y la colaboración de los colegios profesionales. “Nuestras profesiones están reconocidas en el art. 36 de la CE, las tenemos que reivindicar y erigirnos como instrumentos de cohesión social”, ha dicho Gay, subrayando el papel imprescindible de los abogados como “canalizadores de la sociedad civil” y de los colegios, que han de ser “el vehículo que traslade el sentir de la sociedad a los poderes públicos”. En ese sentido, la decana ha alertado contra la tentación de anteponer intereses económicos y especulativos contra los colegios profesionales, exigiendo un respeto hacia las reglas del juego.
Compromiso por la igualdad
El compromiso con la igualdad real ha sido otro de los ejes del discurso de la decana, en particular en un sector como el de la abogacía, con mayoría de mujeres (53%), donde sólo el 16% son socias de despachos profesionales, y en el que persiste un 17% de brecha salarial. En ese camino hacia la igualdad real y efectiva, Gay ha insistido en la importancia de los planes de Igualdad para impulsar medidas que favorezcan la conciliación personal y profesional, así como otras medidas como el registro horario de jornada: “todo lo que sea mejorar las condiciones laborales de nuestros colaboradores lo hemos de apoyar”, ha señalado.
Amor por España
Preguntada por la cuestión catalana, y pese a que el movimiento independentista “no nace de la noche a la mañana”, la decana espera que esa parte de la sociedad catalana “recupere su amor por España”. Para Gay, “la abogacía tiene que tener un papel fundamental en la recuperación de la unión de España”, y para ello debe fomentar un diálogo sereno mientras el procedimiento judicial sigue su curso. Asimismo, y tras calificar de “broma de mal gusto” el incidente registrado durante la ofrenda de la Diada, cuando sonó el himno de España, la decana ha llamado a “afrontar el conflicto de manera tolerante”.
Sobre este punto se ha pronunciado también el decano José María Alonso, resaltando la importancia de seguir creando vínculos entre la abogacía catalana y el resto de la abogacía española. “Si todos nos sentimos cómodos en un mismo proyecto, seremos capaces de trasladar esa idea a los ciudadanos”. Todo ello dentro del marco del estado de derecho y con total respeto a la ley: “no quiere decir que no haya diálogo, pero no debemos tolerar ni menos incidir en actuaciones que supongan una violación de la ley”, ha concluido Alonso.
Respecto a la próxima sentencia del procés, la ministra y el decano han ensalzado la labor del Tribunal Supremo en todo el proceso. “Tenemos uno de los sistemas de justicia penal mejores del mundo, transparente, garantista”, ha afirmado Dolores Delgado, para quien el juicio del procés “ha sido un magnífico ejercicio de transparencia” que ha desmontado una parte del relato que se estaba contando fuera de España sobre la politización de la justicia.
Secreto profesional
Por último, ante la pregunta de si el secreto de las comunicaciones abogado- cliente está suficientemente protegido en España, el decano madrileño ha expresado su preocupación por las amenazas que acechan, en particular en el ámbito del asesoramiento tributario, a un derecho que no es sólo del abogado sino sobre todo del cliente. “No podemos tolerar que uno de los derechos fundamentales sea objeto de intervención bajo ninguna forma y haremos todo lo posible para evitarlo”, ha concluido Alonso.