Las claves frente a la amenaza yihadista, a debate en el Colegio

El Aula de Debate del Colegio de Abogados de Madrid se enfrentó durante su cuarta jornada a la cuestión de la amenaza yihadista, qué desafíos plantea y qué mecanismos jurídicos están a nuestro alcance para combatirlos.

Para ello, como es ya su sello, contó con unos ponentes que, desde sus distintos ámbitos de actuación, están estrechamente relacionados con la materia: la fiscal experta en terrorismo Olga Sánchez Gómez; el inspector del CNP y portavoz Sindicato de Policía, Serafín Giraldo Pérez; el abogado del Turno de Oficio y miembro de ALTODO Luis Álvarez Collado; y la periodista de la Cadena SER, Ana Terradillos Aspiroz.

Junto a ellos, Raúl Ochoa, diputado responsable de Formación del Colegio, se encargó de dirigir un debate que tocó diversos puntos, partiendo del suceso que dio a conocer la amenaza yihadista en España y que, como señaló, “suscitó numerosos interrogantes jurídicos, políticos y periodísticos”, hasta la escala de atentados que vienen aconteciendo en Europa en los últimos tiempos.

                                   Raúl Ochoa, diputado responsable de Formación del Colegio

11M, el principio de todo

La primera en intervenir fue la fiscal Olga Sánchez, quien participó en la instrucción de los atentados del 11 de marzo de 2004, a día de hoy “el mayor suceso terrorista con resultado de muerte de toda la historia de Europa”. La fiscal mostró su deseo de “esclarecer algunas cuestiones relativas a los atentados de Madrid y el por qué sucedieron”, reconstruyendo el iter de lo ocurrido entonces.

La mañana de los hechos estaba de guardia en el Juzgado de lo Central nº 6, tribunal al que estuvo adscrita hasta el año 2008. La semana había transcurrido con normalidad y estaba preparando a sus hijos para ir al colegio cuando, mientras escuchaba la transmisión por la radio, recibió la llamada de un periodista de la Cadena SER preguntándole si se había enterado de lo ocurrido. No todas las bombas explosionaron, uno de los dispositivos se pudo recuperar. Sobre este episodio Sánchez alabó la labor del tedax que desactivó “a pulso, con una radiografía espantosa” un último artefacto encontrado en una bolsa de deporte, y que al coincidir el tipo de explosivo y detonador, dio comienzo a todas las indagaciones.

                                                Olga Sánchez, fiscal experta en terrorismo

Como resultado de una investigación que la fiscal describió como “trepidante”, pues todo se hizo con la mayor celeridad debido a la urgencia y gravedad del caso, se detuvo a 116 personas (aunque finalmente la fiscalía sólo acusó a 29), se examinaron 28.000 vestigios y hubo más de 400 testigos propuestos.

Este trágico episodio de nuestra historia, según Giraldo, “supuso un antes y un después para la policía”. “Hasta entonces estábamos acostumbrados a un terrorismo cobarde”, declaró el inspector haciendo referencia a la banda terrorista ETA, a la que situó primera en el “ranking de cobardía”, seguida de los terrorista yihadistas y el GRAPO. Pero, como señaló Terradillos, “esto no es ETA, es otra cosa” y pese a que la periodista aprecia “una tendencia mediterránea al olvido”, es un tema fundamental que combatir desde todos los frentes: en el caso de la prensa “el poder reside en el lenguaje y el contrarrelato”, dijo.

Cuatro fases: captación, adoctrinamiento, radicalización y preparación

Sin embargo, el principal problema en la lucha contra el yihadismo reside en su transformación diaria, como indicó Terradillos, y que presenta “una estética parecida a Goebbels y el nazismo, capaz de atraer y captar a personas de todo el mundo”, refirió Ochoa.

“El terrorista yihadista sufre un proceso como el de una secta”, explicó Giraldo. Sucede principalmente a través de Internet y en las mezquitas, y pasa por cuatro estadíos: “captación, adoctrinamiento, radicalización y preparación”. El policía reconoció que podía ser “difícil entender que se detenga a alguien en la primera fase”, pero aclaró que se tiene en cuenta la habitualidad (por ejemplo, el acceso continuado a intranets ocultas). Para ello, es esencial la cooperación europea, con posibilidad de consultar distintas bases de datos, incluidas algunas obtenidas en las propias zonas de conflicto.

                                     Serafín Giraldo, inspector del Cuerpo Nacional de Policía

Y es que “las fuentes de información humanas aquí no valen”, especificó el inspector, y la única opción de agente encubierto es el virtual “porque es imposible infiltrar activos en las cédulas”. Sin embargo, estos agentes se ven obligados a participar en un proceso de radicalización que puede alargarse hasta dos años, llegando a convertirse en “líderes psíquicos, siempre al límite”. En este sentido, Giraldo pidió “instrumentos y claridad en las leyes” para que provean de mayor protección a esta figura policial.

Pese a todo, los ponentes coincidieron plenamente en la extraordinaria capacitación de las fuerzas de seguridad españolas, líderes en tratamiento y lucha frente a la amenaza terrorista sobre otros miembros de la UE. Sánchez destacó cómo en todos los foros resalta el nivel de profesionalidad de la policía y cuerpos de inteligencia españoles “muy por delante del resto de países”.

Prevención, formación y educación

Al hilo de lo anterior, como destacaron los ponentes, se une un segundo problema: la radicalización en las cárceles.

                      Luis Álvarez Collado, abogado del Turno de Oficio y miembro de ALTODO

“Si el cliente te considera infiel es mucho más difícil ganarse su confianza”, declaró el abogado Luis Álvarez quien, a través del Turno de Oficio, ha recibido la defensa de numerosos acusados de terrorismo islámico, “la mayoría residentes nacionales o nacidos en España, que se dejaron seducir por el radicalismo islámico, algunos muy jóvenes”. El grueso de los detenidos por este tipo de delitos, y que presentan este rasgo que complica su defensa, acude a prisión preventiva hasta el día del juicio. Sin embargo, “hay muchas posibilidades de llegar a pacto”, señaló el abogado, ya que “hay quienes entran por snobismo, se encuentran frustrados y creen que el Islam es la solución”. Por eso la fiscalía entiende el riesgo de enviarles a prisión donde la radicalización se intensifica.

Para Álvarez “la solución es la formación y la educación” y recordó que “los abogados tienen que ayudar a que estas personas vean que no es el camino correcto”.

Menos positiva se mostró Terradillos, que expresó sus dudas de cara al futuro, preguntándose si estamos preparados para “responder a gente de tercera generación, que no se siente ni de su país de origen ni del que les ha acogido y que, más allá de circunstancias económicas o sociales, quiere simplemente instaurar el califato en el mundo”.

                                         Ana Terradillos Aspiroz, periodista de la Cadena SER

Sánchez, por su parte, cree que debemos apuntar a las doctrinas del jesuita egipcio Samir Khalil: “La única posibilidad de modernizar el islam es que las siguientes generaciones de inmigrantes en Europa vean que pueden vivir su fe sin modificar el marco social y político”.

En cuanto a la colaboración ciudadana, Giraldo aprovechó la ocasión para referirse al programa Stop Radicalismos, “la guinda del entramado policial que implica a toda la sociedad”, y que cuenta con un número de teléfono y una página web permitiendo cualquiera de forma anónima y directa pueda poner en conocimiento de las fuerzas de seguridad conductas extrañas o sospechosas ya que, como reza su lema, “La lucha contra la radicalización y el extremismo es tarea de todos”.

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