El Decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, Eugenio Ribón, ejerció como Padrino de Honor en el solemne acto de graduación del Grado en Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos, correspondiente a la promoción 2024-2025. El acto, cargado de emoción y simbolismo, tuvo lugar en un auditorio repleto de estudiantes, familiares, docentes y autoridades académicas.
En un discurso cercano, el Decano compartió reflexiones personales y profesionales con los nuevos graduados, animándoles a ejercer el Derecho con integridad y compromiso social. “Hoy cerráis una etapa y comenzáis otra. Una que, estoy seguro, os llevará más lejos de lo que ahora imagináis”, comenzó diciendo, para después confesar: “Yo también viví este momento. Recuerdo bien lo que sentí: emoción, vértigo… y unas ganas inmensas de comerme el mundo”.
El Decano puso en valor la trascendencia del Derecho como instrumento al servicio de la sociedad: “El Derecho es mucho más que una carrera. Es, tal vez, la herramienta más poderosa que tiene una sociedad para defenderse, para organizarse y, sobre todo, para proteger a los más vulnerables”.
Pero también subrayó que el conocimiento jurídico, por sí solo, no basta. “No basta con saber Derecho, hay que comprender la justicia. No basta con aplicar la ley, hay que hacerlo con humanidad. Porque por encima del buen jurista, está siempre la buena persona”, afirmó Ribón, quien citó a Kant para reforzar su mensaje: “La ley moral está dentro de mí”.
A lo largo de su intervención, el Decano ofreció cuatro consejos a los recién graduados, acompañados de citas literarias y filosóficas, que conectaron con las inquietudes del auditorio. “El conocimiento os hará competentes, sí. Pero solo la integridad, la empatía y la decencia os harán verdaderamente imprescindibles”, dijo, alentando a los nuevos profesionales a no vivir de espaldas ni al dolor ni al fracaso, porque “no os hacen débiles, os hacen humanos”.
Para finalizar, Eugenio Ribón compartió una reflexión inspirada en Nietzsche: “Quien tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”. E instó a los estudiantes a buscar su propósito vital y profesional con autenticidad: “El mundo os pedirá muchas cosas… Pero buscad algo más profundo: un propósito. Algo que os encienda por dentro”.
En un emotivo cierre, el Decano trasladó a los graduados un mensaje de esperanza y responsabilidad: “Sed grandes juristas. Pero, sobre todo, sed buenas personas. Y no dejéis nunca de buscar vuestro porqué. Porque ahí empieza todo”.