Ésta que, bajo la presidencia del catedrático de la Universidad Complutense Manuel Quintanar, se suma a la numerosa familia de las Secciones del ICAM siendo la número 45, contó en su jornada inaugural con las intervenciones de Miguel Abellán, director del Centro Taurino de Madrid, y el matador Gonzalo Caballero.
“El ICAM tenía que estar también aquí, somos un país diverso, hay personas que opinan de una manera y personas que opinan de otra, pero la obligación de la institución es que todos aquellos que tengan una inquietud profesional o que ejercen su actividad en una determinada área, tengan aquí su casa, aquí cabemos todos”, recordaba Alonso, señalando que su actividad seguirá, como la del resto de secciones del Colegio, “criterios de excelencia, eficacia y utilidad”.
Desideologizar la tauromaquia
Quintanar, aclarando que esta sección “no nace en contraposición a ninguna otra, sino como complemento”, compartió los diez objetivos que servirán como guía para su recién iniciada andadura “que tiene que ver con diversas ramas del Derecho”, y además es transversal a muchas otras materias como la música o la pintura. Entre estos objetivos, además del “constante análisis de los espacios regulatorios que afectan a la vida del toro, a la celebración de espectáculos y a la actividad empresarial en torno a la Tauromaquia”, así como la “promoción y participación en las “necesarias reformas normativas”, Quintanar se refirió a la importancia de “desideologizar” esta actividad: “no pertenece a ningún partido político”, insistió. Punto en el que coincidió Abellán, destacando que “es cultura y no tiene siglas políticas, le pertenece al pueblo, tampoco debería ningún partido arrogarse su bandera”.
El presidente de la sección también explicó que aspira a que sirva de base para “crear una Real Academia del Derecho de la Tauromaquia” y “fortalecer las relaciones internacionales hasta llegar a la UNESCO para declarar la tauromaquia como patrimonio intangible de la humanidad, estoy convencido de que lleva siéndolo mucho tiempo”, declaró.
La Tauromaquia como valor cultural
No se trata de un imposible, ni siquiera hay que viajar muy lejos para encontrar el reconocimiento de la tauromaquia como actividad protegida, “los franceses la han blindado de manera legal y fueron pioneros en declararla patrimonio cultural”, señalaba Abellán, reconociendo que “en la gestión y en cómo venden el amor y la dedicación a los festejos, tenemos mucho que aprender”. Los ponentes también aludieron a su función como punto de encuentro cultural, “convoca en lo más profundo del español a otros países, otras artes y otros mundos”, señalaba Quintanar, siendo otro de los objetivos así “universalizar lo intangible de este arte”.
Abellán por su parte también puso sobre la mesa el agravio comparativo que supone respecto de otras actividades del ámbito cultural, “mientras que otras reciben cantidades millonarias, la tauromaquia sólo recibe de los presupuestos del estado 65.000€”, criticando que, pese a la aportación económica que genera la industria taurina, “no estamos en igualdad de condiciones con el resto de gremios culturales”.
Necesaria actualización para acercar posturas
Pero el matador también entonó el mea culpa, “la velocidad de la vida ha engullido a la tauromaquia, hay generaciones que no se acercan a la plaza, muchos por desconocimiento, pero no hemos sido capaces de incentivar ese interés, tenemos mucho trabajo”, reconocía, “hoy no entendemos la relación con el animal de la misma forma que antes y puedo comprender que en los tiempos que corren es muy difícil intentar explicar el sentido de la tauromaquia”.
Sin embargo, el maestro también apuntó que todavía no ha encontrado a ningún antitaurino capaz de esgrimir un argumento que le convenza. En opinión del maestro, la influencia política tiene mucho que ver, “la tauromaquia debería ser totalmente ajena a la ideología de los gobernantes”, reclamaba, “pero esto contribuye a ese clima de enfrentamiento, yo desde que soy torero nunca he visto esa animadversión, a veces incluso inquina personal, que se tiene hacia los profesionales que se visten de luces”, lamentaba.
En este sentido coincidía Caballero, “quizá hoy en España se tiende a politizar todo, creo que se opina muy libremente sin saber lo que hay detrás y sin estar informado”, sostuvo y, al objeto de generar empatía y arrojar más luz sobre todo lo que implica el mundo del toro, por el que confesó su “amor, le he entregado mi infancia y mi juventud”, terminó compartiendo la escalofriante experiencia tras la trágica cornada sufrida en Las Ventas, que pudo resultar fatal.
Esta sección está lejos de dar por terminada la faena, pero nace, como recordó su presidente, con la vocación de convocar a todos, taurinos y antitaurinos, para ahondar, desde el conocimiento, sus verdaderas implicaciones y lograr una regulación efectiva y ejemplar para todos los profesionales implicados que garantice la subsistencia del toro de lidia.