Las pulseras telemáticas garantizan la seguridad y la integración social del detenido

La Sección de Abogados Penalistas del Colegio ha acogido esta mañana una jornada para abordar la fiabilidad y la seguridad que ofrecen las pulseras telemáticas utilizadas por personas acusadas de graves delitos económicos y de sangre.

El diputado de la Junta de Gobierno Juan Gonzalo Ospina ha sido el encargado de presentar esta jornada en la que se ha analizado la eficacia de esta tecnología de la mano de Simón Sasson, gerente de Attenti Electronic Monitoring, empresa dedicada a la creación de esta tecnología; y María Moñuz Fernández, jefa de servicio de Medios Telemáticos en la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. El abogado penalista Víctor Sunkel ha sido el responsable de moderar las intervenciones.

Moñuz ha explicado qué son exactamente estos dispositivos y cuáles son las distintas modalidades, asegurando que esta tecnología es utilizada por Instituciones Penitenciarias “para realizar el control de presencia a distancia de aquellas personas que se encuentran en el ámbito de su competencia”. Así, tras configurar las pulseras telemáticas “para establecer restricciones de movimiento convenientes en cada caso particular”, se consigue, según la jefa de servicio de Medios Telemáticos, una integración social del detenido y mejorar la seguridad ciudadana.  

Por su parte, Sasson ha reivindicado la eficacia y la seguridad de estas pulseras telemáticas que en España utilizan más de 4.500 individuos y que, según el gerente, suponen un ahorro del 50% al Estado con respecto a las personas que están en prisión.

Gracias a la tecnología facilitada por Attenti Electronic Monitoring se puede, en palabras de Sasson, “reducir la tasa de población carcelaria, disminuir costes y facilitar la rehabilitación de los presos”. Además, el uso de las pulseras evita el “impacto económico y social” de carácter negativo que afecta no solo al delincuente sino también a su entorno más cercano.

Para explicar detalladamente el funcionamiento de las pulseras, Sasson ha mostrado los distintos dispositivos existentes en el mercado, asegurando que “todos los productos se adaptan al nivel de riesgo interno”. Así, existen dispositivos de supervisión baja, media y alta, siendo estos últimos aquellos en la que el detenido está vigilado durante las 24 horas del día a través de un sistema de GPS.

Además, el uso de estos dispositivos va ligado a un “protocolo muy definido” en el que la policía o la Guardia Civil intervienen en caso de manipulación de la pulsera por parte del agresor o en caso de que salga de la zona geográfica permitida.

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