La abogacía internacional reivindica en los Encuentros en Madrid la importancia de su participación en los procesos legislativos

  • Victoria Ortega: “Nada del mundo del Derecho es ajeno a la Abogacía”

Durante la sesión de esta mañana de los Encuentros en Madrid a la que han asistido las diputadas Lola Fernández, María Segimón como responsable del área internacional, y Esther Montalvá, el tema a debatir se ha centrado en el papel de los letrados en las reformas legislativas. El panel de expertos ha estado formado por Jose de Freitas, primer vicepresidente del Consejo General de Colegios de Abogados Europeos (CCBE); Victoria Ortega, presidenta del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE); Alfonso Pérez-Cuéllar, presidente del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México; y Marie-Aimée Peyron, decana del Colegio de Abogados de París.

El encargado de moderar la mesa ha sido el diputado secretario de la Junta de Gobierno, José Ignacio Monedero, que comenzaba refiriéndose al Fuero de Madrid de 1202 que, al mencionar a los abogados utilizaba el término ‘voceros’, pues “los abogados ponen la voz para otras personas, para defenderlos”. El secretario ha recordado que el producto de los letrados es ofrecer seguridad jurídica a sus clientes con asesoramiento en todas las materias. Se abría así el debate sobre la actividad de lobby legislativo desde las distintas instituciones que representan a la Abogacía.

Jose de Freitas situaba esta labor dentro de las funciones principales del CCBE, que como órgano consultivo de la Comisión Europea “se ha convertido en una entidad imprescindible dentro de la confección de propuestas legislativas”. De hecho, hay varias Directivas que han sido “redactadas íntegramente por el Consejo”, indicaba el vicepresidente.

En este sentido, como apuntaba Victoria Ortega, las instituciones representativas de la Abogacía están legitimadas para intervenir en la elaboración de las normas porque poseen “un conocimiento directo, cotidiano e intenso de las bondades y carencias de la Administración de Justicia”.

Para la presidenta del CGAE, “nada del mundo del Derecho es ajeno a la Abogacía, y de ahí la importancia de una colaboración directa en proyectos normativos”, pese a que el instrumento previsto para la participación en la reforma legislativa de algunas regulaciones sociales sea la consulta pública “cuyo resultado es bastante nulo”.

El presidente del Colegio de México, Pérez-Cuéllar, coincidía en que es un punto clave “que la abogacía organizada a veces se quede fuera de la elaboración de algunas normas”. En su opinión, habría que analizar en qué casos la intervención de un jurista que se limite al apartado técnico no es suficiente y convendría contar con la perspectiva de un abogado que haya ejercido. “Al final la ley llegará a nuestras manos y tendremos que trabajar con ella, y si no ha habido consulta previa luego llegan las confrontaciones” declaró.

También Marie-Aimée Peyron concordaba con que a los abogados “les atañe ser una fuerza de proponer”, poniendo uno de los focos de atención en el terrorismo, bajo cuya amenaza “los gobiernos parecen querer imponer un estado de emergencia permanente, lo que supone un problema de estado de derecho y libertad al que los letrados deben oponerse”.

Para la decana francesa “es inadmisible que se limite el derecho de defensa”, y a la par que es competencia de los Colegios velar porque sus colegiados respeten las leyes, “también deben proteger los valores y reglas deontológicas de la abogacía, que son su base”.

Los Encuentros se reanudarán esta tarde a las 16:30 con la mesa redonda sobre la función del abogado de empresa en las nuevas estructuras organizativas.

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