“Mis primeras palabras sólo pueden ser de enhorabuena y de ánimo, en su presente y en su futuro, a los jóvenes juristas que reciben hoy un premio con una trayectoria tan dilatada”. Así comenzaba el decano del Colegio, José María Alonso, su discurso en la entrega de galardones de la XVIII edición de los Premios Jóvenes Juristas organizados por el Centro de Estudios Garrigues.
La ministra de Justicia, Dolores Delgado García, fue la encargada de entregar los galardones y los diplomas a los participantes de este premio tan reconocido en el ámbito jurídico que persigue el fomento del ejercicio y el conocimiento del derecho de empresa.
En esta edición 2018, en la que el decano ha formado parte del tribunal seleccionador, han resultado ganadores Juan Antonio Mancilla Álvarez (1º premio), Marta Ramos Gómez (2º premio) y Sandra Vila Holgado (3º premio), a quienes José María Alonso reconoció especialmente su trabajo por ser “fruto de su talento, de su brillantez, y de las maneras que apuntan de forma precoz para elevarse, destacar y triunfar en el mundo del Derecho”.
El decano del Colegio manifestó que los jóvenes habían sido una “fuente de motivación fundamental” para él cuando decidió presentarse a las elecciones a decano del ICAM y por eso reconoció estar “tomando todas las medidas necesarias para la satisfacción de las demandas, las necesidades y los intereses específicos de los jóvenes letrados y letradas”.
Sin negar la difícil situación laboral y la “precariedad económica” a la que los jóvenes tienen que hacer frente en muchas ocasiones, el decano aseguró que “dignificar la profesión comienza por dignificar las condiciones en que los jóvenes desempeñan nuestro oficio” y se comprometió a trabajar en este sentido desde el Colegio ya que “no podemos permitirnos el lujo de desperdiciar ni un gramo del talento que muchos de ellos atesoran”.
Para finalizar, Alonso recordó que los jóvenes juristas y, especialmente, los premiados en esta edición, “piden paso y lo hacen con la responsabilidad casi desde este momento de trabajar por una Abogacía mejor”, una noble tarea para la que el decano les ofreció todo “el apoyo y el aliento posible”.