El ICAM se suma a la celebración del Día Internacional de la Mujer con diversos actos reivindicativos de la continuación de la lucha del feminismo

El pasado 8 de marzo el ICAM se sumó a las iniciativas que a lo largo de todo el país conmemoraron el Día Internacional de la Mujer. La jornada arrancó con una concentración, a las 10:30 horas, de todos los empleados en la puerta del Colegio, en la que intervinieron las diputadas de la Junta de Gobierno Ángela Cerrillos, Mª Dolores Fernández y Mª Isabel Zapata, y continuó con un evento organizado por la Sección de Igualdad de la Institución y la Comisión Delegada de Igualdad, Diversidad e Inclusión. 

Primeramente, se produjo el visionado de la película documental “Serás Hombre”, dirigido por la ganadora de un Goya Isabel de Ocampo quien, a través de un vídeo, dedicó unas palabras a las asistentes en favor del feminismo y de hacer que “la Ley de Igualdad se cumpla en todos los sectores de la sociedad”.

Tras la proyección, se dio paso a una mesa de debate en la que, junto a la diputada Ángela Cerrillos y la presidenta de la Sección de Igualdad, Cristina Rodríguez, participaron algunas de las representantes más insignes en la lucha por los derechos de la mujer: Rosario Algora Wesolowski, vicedecana del Colegio Notarial de Madrid; Cristina Almeida Castro, abogada; Teresa Peramato Martín, Fiscal ante el Tribunal Constitucional; y María Tardón Olmos, magistrada.

El factor de ser mujer como impedimento

Las ponentes coincidieron relatando sus comienzos difíciles por el hecho de ser mujeres: “Me metí en Derecho porque mi madre dio a sus hijas la oportunidad que ella no tuvo para sí”, reconocía Almeida, mientras Algora recordaba que cuando entró en la oposición “las mujeres éramos el 14% y tuvimos que esperar al 2005 para llegar a la mitad; se nos iba encauzando a otro tipo de opciones” siendo que, en la actualidad, las notarias conforman el 60% de la profesión.

Peramato compartió las tres dificultades que le auguró su padre cuando le dijo que quería ser fiscal, un puesto “más idóneo que el de juez para una mujer”, según el progenitor de la ponente: “Eres mujer, estás trabajando y tu padre es desconocido en esta carrera”, le dijo. Pese a ello, Peramato tomó posesión con 27 años y, en su promoción, las mujeres supusieron ya casi el 50%.

  

En la actualidad, aunque la situación de la mujer ha mejorado notablemente, de acuerdo a la mesa, las cifras siguen siendo preocupantes: “en la Fiscalía somos mayoría mujeres, pero ese aspecto no se refleja en la cúspide, en su mayoría compuesta por hombres”, denunció Peramato, reclamando una mayor “corresponsabilidad en el hogar y medidas de conciliación”. Y es que “cuando un trabajo se feminiza, se minusvalora”, explicaba Algora, advirtiendo de que “los derechos conseguidos siempre están amenazados de retrocesos” y pidiendo que cuidado y vigilancia ya que “no están consolidados”.

Miedo a la reversión

En este sentido, la mesa fue nuevamente unánime criticando posturas y posiciones políticas de actualidad que consideran contrarias a lo que ellas llevan años defendiendo. “La lucha por la igualdad era la lucha por lo imprescindible pero, si nos quedamos ahí, no lograremos un mundo distinto para nosotras y nuestros hijas. La evolución del feminismo es el cambio de la sociedad”, sostenía Almeida, convencida a su vez de que “los abogados tenemos gran importancia en hacer del mundo un lugar mejor”.

“Nos estamos enfrentando a una involución”, alarmaba Peramato, contraria a que “se utilicen etiquetas para proyectos que atentan contra la dignidad y la libertad de la mujer”, pues para la fiscal “el feminismo de base es liberal porque parte de la tolerancia, el principio de no agresión y la igualdad absoluta”. Por eso, mostró su rechazo a que se califiquen como “feminismo liberal propuestas que defienden la prostitución o los vientres de alquiler”, punto en el que Almeida también insistió: “Siento respeto por las mujeres que se dedican a la prostitución, pero el único aporte que puedo hacer a su vida es que acabe”, declaró.

Reivindicación de las “gafas violeta”

“Las gafas violeta no significan favorecer siempre la posición de la mujer, sino liberarte de los estereotipos”, refirió Tardón, que precisamente basó gran parte de su exposición en la necesidad de aplicar la perspectiva de género. “Las legislaciones son importantes pero, sobre todo, lo es el cambio social”, exponía la magistrada, apoyando el argumento de que “la judicatura tiene un papel fundamental”. Según la ponente, “la educación, las convenciones y los estereotipos acaban traduciéndose en las llamadas máximas de experiencia en las resoluciones judiciales, consagrando una discriminación y una vulneración de los derechos fundamentales”, explicó.

  

Almeida por su parte, que no dudó en lucir ella misma unas gafas violeta para reivindicarlas, expresó sus reservas en lo que respecta al papel de los hombres en la lucha por la igualdad: “Es demasiado exigirle a los hombres que sean feministas, bastante tienen con no ser machistas, dejémosles concentrarse en ello”, bromeaba la letrada, que concluyó recalcando la importancia de la celebración del Día de la Mujer, y aseverando que “un mundo dirigido por una mayoría de hombres no nos interesa; esa será la gran batalla del feminismo y la victoria de la humanidad”.

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