- La diputada de la Junta de Gobierno, María Segimón, fue la encargada de presentar el acto
El ICAM ya estaba a la cabeza en cuanto al mayor grado de especialización y dedicación sectorial de todos los Colegios Profesionales de Europa. Anoche, la incorporación del Derecho Canónico, siendo ya 39 las materias multidisciplinares a las que el Colegio tiene dedicada una Sección específica, afianzaba este primer puesto en el ranking.
La Sección se estrenó con una jornada dedicada a la actualidad y trascendencia del Derecho Canónico en el mundo jurídico y es que, como señaló Mónica Montero, una de las dos co-presidentas que se ha puesto al frente de la Sección junto a Irene María Briones, se trata de “una rama poco conocida para el público en general pero también para muchos abogados”.
En este sentido, Briones reclamó la necesidad de una formación de calidad sobre la disciplina, apuntando que “en ningún caso implica adoctrinar”, pues como rama jurídica, “carece de signo confesional y forma parte del patrimonio histórico de la cultura y la doctrina legal occidentales”. Briones también destacó “la importancia del Derecho Eclesiástico en la investigación, promoción y protección de la libertad religiosa”.
La diputada de la Junta de Gobierno María Segimón fue la encargada de presentar el acto, que contó con las intervenciones de Carlos M. Morán de Bustos, auditor decano del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España; y Lourdes Ruano Espina, presidenta de la Asociación Española de Canonistas. Ambos ponentes reivindicaron la relevancia del Derecho Canónico, cómo ha nutrido a lo largo de los siglos los distintos ordenamientos jurídicos de nuestro entorno actual y cómo sigue vigente en materia matrimonial. Por eso, para Ruano, “es necesario que el abogado adquiera unos conocimientos básicos sobre la disciplina”. Ruano también explicó la última reforma operada en el procedimiento de nulidad matrimonial a instancias del Papa Francisco, en el año 2015, y que vino a dotarlo de “mayor agilidad, accesibilidad y eficacia”. Morán, por su parte, explicó cómo “la incorporación de la búsqueda de la verdad como principio inspirador del proceso es probablemente una de las mayores aportaciones de la Iglesia a la ciencia jurídica”.
La Sección, que espera, en palabras de Montero, “ofrecer un punto de encuentro y de intercambio de conocimientos permitiendo al abogado de hoy acercarse a esta disciplina con las herramientas adecuadas, así como la creación de vínculos con las instituciones eclesiásticas”, da entrada a una de las ramas jurídicas con mayor historia a sus espaldas, haciendo del ICAM una institución atenta a las nuevas manifestaciones en que la Ley se desenvuelve (como prueban las Secciones de Robótica e Inteligencia Artificial, o la de Comunicación y Derecho), además de un referente en el mundo jurídico, con la debida dedicación y especialización a las áreas jurídicas de mayor tradición.