Con motivo del centenario del fallecimiento de Eduardo Dato, el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) ha recordado hoy la figura del jurista y político asesinado el 8 de marzo de 1921 en las cercanías de la sede actual del ICAM. En un acto celebrado en el Panteón de Hombres Ilustres en presencia de altos representantes del ámbito político y cultural, el decano José María Alonso ha depositado una corona de laurel ante la tumba de uno de los colegiados más ilustres de Madrid, abogado ejerciente durante varias décadas antes de desempeñar las más altas responsabilidades del Estado.
Además del decano madrileño, y en compañía de los familiares de Dato, en el acto han participado la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; el Secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López; y la Presidenta de Patrimonio Nacional, Llanos Castellanos.
En su intervención, José María Alonso ha hecho hincapié en la larga y brillante trayectoria de Eduardo Dato en el ejercicio de la abogacía, la faceta menos conocida de quien fuera, además de presidente del Consejo de Ministros, alcalde de la capital entre enero y mayo de 1907, fallecido en un atentado en la plaza de la Independencia de Madrid. “Eduardo Dato fue ante todo y sobre todo un abogado, y por eso el Colegio tiene especial interés en promover este acto. Cien años después de su muerte, queremos hacernos eco de su vida y su legado en su vertiente de jurista práctico”, ha señalado el decano.
Trayectoria como abogado
Según ha recordado Alonso, Eduardo Dato se colegió en Madrid en 1877, ejerciendo la abogacía en distintas vertientes, incluyendo lo que entonces se llamaba ‘abogado de pobres’, lo que destaca su faceta de compromiso social. “Podría decirse que fue, probablemente, uno de los creadores de lo que hoy es el turno de oficio, de la asistencia jurídica gratuita que posteriormente fue reconocida en la Constitución de 1978”.
Eduardo Dato también asumió responsabilidades institucionales en el ámbito de la abogacía, pues formó parte de la Junta de Gobierno del ICAM en 1887, en calidad de diputado sexto, bajo el decanato de Manuel Silvela y de Le Vielleuze. En los archivos del ICAM se conservan registros de las correspondientes altas y bajas colegiales hasta la definitiva en noviembre de 1908, lo que desvela lo importante que fue para él la Abogacía, profesión a la que volvía una y otra vez durante más de treinta años. “Eduardo Dato lo fue todo, entraba y salía de la abogacía, pero siempre volvía, porque los abogados no podemos nunca dejar de serlo”, ha enfatizado Alonso.
A lo largo de varias décadas de carrera profesional en el ejercicio de la abogacía, Dato intervino en cerca de 1.200 pleitos, siendo considerado una autoridad indiscutible en materia civil y mercantil, según recoge el nº 31 del Boletín del Colegio de Abogados de Madrid, publicado tras el fallecimiento del jurista. En sus escritos, de acuerdo a esta publicación, resaltaba “un estilo recortado”, y en sus dictámenes “sintetizaba en pocas palabras las cuestiones más arduas e intrincadas”.
Finalmente, el decano del ICAM ha destacado que la trayectoria profesional de Eduardo Dato es el mejor ejemplo del reconocimiento que la abogacía debe tener en la sociedad civil, de su labor en la defensa del Estado de derecho y el respeto del ordenamiento jurídico. Figuras como Eduardo Dato, ha concluido Alonso, “nos deben hacer sentir un orgullo colectivo hacia nuestra profesión. No se puede mirar al futuro, afrontar nuevos tiempos, si desconocemos nuestro pasado; ese que nos permite calibrar la verdadera entidad de la profesión y su enorme poso en la sociedad civil y en los poderes públicos.”
La Presidenta de Patrimonio Nacional, Llanos Castellanos, ha insistido en la labor de Dato como un representante institucional que buscaba “el bienestar de la nación y el bien común”. “Ojalá este homenaje sirva para conjurarnos por hacer realidad su aspiración de convertir este país un espacio cultivado, de discusión, sobre todo de libertad, de encuentro y de democracia y ojalá sirva también para conformar este espacio como un lugar simbólico para el reconocimiento de todos lo que lucharon por el bienestar y por la libertad y los derechos en este país”.
Por su parte, el Secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, ha destacado el “talante conservador” de Dato, asegurando que “fue un conservador de verdad porque comprendió que lo primero era conservar el Estado, la Constitución, las instituciones y su normal funcionamiento” pero, a su vez, “un conservador regeneracionista” para el que todas las ideas, “las más avanzadas y las más reaccionarias, podían vivir en el marco de una legalidad común”.
Sobre Eduardo Dato, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha destacado su faceta de “gran servidor público” y ha agradecido al Colegio de Abogados de Madrid su reconocimiento como jurista y al Congreso de los Diputados su recuerdo a la figura política de Dato. “Gratitud eterna por todo lo que hizo por España y por los españoles. Que su recuerdo nos guíe y nos inspire a los que, en estos momentos tan convulsos, tenemos responsabilidades políticas en las cuales tenemos, simplemente, que seguir el mismo mandato que él hizo de su vida: el mejor servicio a nuestros conciudadanos”.
Para finalizar, la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha hecho hincapié en la “herencia de respeto, protección de derechos laborales y sociales y constante defensa de las Instituciones Públicas como instrumentos para alcanzar el acuerdo y el progreso común” de Eduardo Dato. “Que hoy estemos aquí recordando, conmemorando, reconociendo y poniendo en valor de manera compartida todos juntos a un hombre de nuestra historia de España como Don Eduardo Dato nos hace también mejores como sociedad”, ha concluido.