El Aula de debate del ICAM, un foro creado para tratar cuestiones de actualidad incorporando la perspectiva de los principales actores de la sociedad civil, cerró la temporada anoche con una jornada sobre el proyecto de Humanización de la Justicia: retos pendientes para el futuro de la abogacía.
En esta ocasión, junto al diputado de la Junta de Gobierno Raúl Ochoa, intervinieron: Gabi Heras, fundador del Proyecto HU-CI, Humanización del sector sanitario; Mª Cruz Martín Delgado, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias y Presidenta de la Asociación Humanizando la Justicia; José Palazuelos Morlanes, secretario de Gobierno del TSJ de Madrid; y Concepción Morales Vállez, magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Heras y Martín relataron su experiencia con un proyecto similar enfocado en el mundo sanitario, entre los que se incluye un Manual de Buenas Prácticas para las unidades de cuidados intensivos que han ayudado a implantar en la Comunidad de Madrid. “Nadie nos ha enseñado a estar acompañando a la gente, a gestionar su dolor, este tipo de habilidades es importante que se enseñe en la Universidad”, postuló Heras, coligiendo que “no se trata de ser bueno, se trata de ser buen profesional”. Por eso, haciendo hincapié es que “se trata de un trabajo multidisciplinar, Martín explicó que, para su traslación al ámbito judicial, se han reunido con distintos profesionales y se han marcado como principales líneas de actuación mejorar la comunicación, tanto con el cliente como entre los operadores, y la detección del desgaste profesional, “tratando de sacar algo positivo incluso en los ambientes más estresantes”, pues la humanización consiste en “poner a la persona en el centro del sistema, lo técnico se presupone, hay que añadir ese plus para hacer más agradable y cercana la situación al usuario”.
En este sentido, el ejercicio de la abogacía y las situaciones de estrés a que las que puede someter, fue otro de los puntos que destacó Ochoa, denunciando “ese monstruo que es Lexnet”, y señalando como metas “la conciliación de los profesionales liberales” o que “los plazos no sean perentorios únicamente para los abogados”.
Palazuelos y Morales hicieron lo propio aportando la visión del servicio público jurídico. “Un LAJ puede hacer muchas cosas para humanizar la Justicia, yo siempre he tenido en el punto de mira al ciudadano y a los profesionales que pasaban por la puerta de mi despacho, con un brazo abierto para ayudarles y lograr que el proceso no se convierta en un proceso kafkiano”, defendió el Letrado de la Administración de Justicia. Morales por su parte recalcó la importancia de “recuperar la vocación”, e insistir en las nociones de “humildad, empatía y respeto mutuo”, considerando clave “dar prioridad a los riesgos psicosociales que están en la base del Real Decreto que ha introducido el control horario, no por torturarnos, sino porque todos tenemos derecho al descanso más allá de las vacaciones”, declaró.
Con este espíritu, el debate enfocado en analizar las posibles vías para conseguir un mejor servicio de justicia que repercuta en la sociedad en general y en sus profesionales en particular colgó el cartel de “cerrado por vacaciones” hasta el regreso del Aula en septiembre con nuevos expertos, nuevos temas de actualidad, y sana polémica.