- Eugenio Ribón comparece mañana como testigo en la causa abierta en el Tribunal Supremo por presunta revelación de secretos
En una tribuna publicada hoy en el diario ABC, Eugenio Ribón, Decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), denuncia con firmeza la vulneración del secreto profesional tras la publicación, en marzo de 2024, de datos sensibles de diligencias de investigación, incluidas comunicaciones entre abogado y fiscal.
“Este ataque al secreto profesional es, en esencia, un ataque al Estado de Derecho mismo y a la tutela judicial efectiva”, advierte Ribón, quien recalca que este derecho no pertenece al abogado, sino al ciudadano. “El secreto profesional no se negocia”, enfatiza el Decano en su Tribuna, recordando que “sin esa confianza, el sistema se desmorona”.
En su texto, Ribón subraya que el ICAM ha adoptado “todas las medidas necesarias” para garantizar el respeto a esta garantía fundamental y proteger el ejercicio libre de la abogacía.
En un tono contundente, el Decano evoca hechos análogos del pasado y asegura que la abogacía madrileña no permanecerá callada ni asumirá el papel de mero espectador ante lo que considera una agresión sin precedentes: “En otro tiempo, la abogacía fue testigo de cómo ciertos principios esenciales del derecho de defensa se debilitaban sin que se ofreciera una respuesta a la altura del desafío. Pero esta vez, hemos decidido resistir”.
Ribón subraya la importancia del proceso abierto por la presunta revelación de secretos y alerta sobre sus implicaciones: “La trascendencia de este proceso por presunta revelación de secretos va más allá de los hechos concretos; está en juego la credibilidad de nuestras instituciones”.
“La revelación de comunicaciones protegidas entre abogado y Fiscalía no es un incidente menor ni un error circunstancial: es un punto de inflexión”, sentencia el Decano, dejando claro que el Colegio no permitirá que se siente un precedente peligroso ni que el poder imponga su lógica sin una respuesta proporcional.
El Decano advierte que la batalla no será sencilla y denuncia el intento de normalizar prácticas contrarias al Estado de Derecho: “Sabemos que la batalla no será sencilla. Como tantas veces en la historia, el abuso del poder se reviste de normalidad y las garantías se presentan como obstáculos incómodos”.
Finalmente, Ribón deja claro que el ICAM responderá con la misma determinación con la que han sido vulnerados los derechos de la abogacía: “No basta con señalar la gravedad de lo ocurrido; es necesario responder con la misma contundencia con la que se han vulnerado nuestros derechos”.
“La abogacía no será un colectivo sumiso”, concluye Ribón, insistiendo en que sin secreto profesional garantizado, “la justicia deja de ser justicia”.