El pasado 11 de septiembre, el área de la Defensa de la Abogacía del ICAM tuvo constancia de la difícil situación que estaba afrontando una letrada a quien el Juzgado le había manifestado su intención de no suspenderle una vista que coincidía con su luna de miel.
La vista había sido señalada para el día 19 de septiembre, a pesar de que la letrada había acreditado previamente que contraía matrimonio el día 15 y que, consecuentemente, en la fecha del señalamiento estaría fuera de España disfrutando de su viaje de novios.
Tras mantener la oportuna entrevista con la letrada afectada y orientarle en la forma de proceder al respecto, el área de la Defensa de la Abogacía se puso en contacto con el Juzgado, apelando a la necesidad de mantener un equilibrio entre el ejercicio profesional y el desarrollo de la vida personal y familiar de los letrados e instando al Juzgado a que acordara la suspensión solicitada y debidamente justificada por la letrada.
Tras la intervención del Colegio, el Juzgado ha accedido finalmente a la suspensión de la vista, acordando nuevo señalamiento para su celebración cuando la letrada esté de vuelta de su viaje.
Para la Defensa de la Abogacía, esta situación evidencia que, en ausencia de una regulación legal al respecto, es ya “acuciante” la implantación de un protocolo de obligado cumplimiento suscrito entre la Abogacía y el Consejo General del Poder Judicial que contribuya “a que la conciliación entre la vida personal y la profesional de los abogados goce del debido respeto”.
Asimismo, desde esta área del ICAM se quiere recordar que son precisamente las Administraciones públicas quienes deben impulsar, difundir y desarrollar acciones de sensibilización e información en clave de conciliación, por lo que resulta inaceptable cualquier acción tendente a lo contrario.