La Junta de Gobierno del Colegio, encabezada por el decano, José María Alonso, ha presidido esta mañana la ceremonia de jura de nuevos colegiados en la que 50 letrados han formalizado su compromiso con la profesión.
.jpg)
El acto, celebrado en el Tribunal Supremo, ha comenzado con las palabras de bienvenida del decano, José María Alonso, quien ha alentado a los nuevos letrados ya que, en sus palabras, “por encima de todo, y os lo digo como Decano, creo que hoy ya podéis comenzar a desarrollar y a sentir el orgullo de pertenencia a la Abogacía madrileña”.
En su discurso, el decano ha hablado del “deber y la responsabilidad” de todo abogado “de hacer efectivo el ejercicio del derecho de defensa que asiste a todo ciudadano”, lo que implica, en sus palabras, “hacer un esfuerzo para dignificar nuestro oficio”.
Alonso también ha intentado inculcar con sus palabras el sentido de responsabilidad y pasión por la profesión, animando a los recién incorporados “a ser inconformistas y a ver en la pasión y en el intelecto el mejor motor de vuestro proyecto como abogados», ya que «la Abogacía está en un momento precioso para imprimir una transformación que nos ilusione y aglutine».
El decano ha recordado que “este viaje que hoy iniciáis no sólo será rico en experiencias sino también en conocimiento” y que “tendrá al final una llegada, un logro, una recompensa” por lo que ha pedido a los letrados que disfruten del camino y que “la meta sólo sea un pretexto para echar a andar».
.jpg)
Por último, ha animado a los presentes a no olvidar las esencias que “ennoblecen y engrandecen esta profesión” porque “ese será el primer paso, no sólo para que vuestra voz sea oída en todos los ámbitos, sino para seáis respetados por todas y cada una de las instituciones del Estado de Derecho”. “Porque os lo merecéis. Porque nos lo merecemos», ha concluido.
El acto ha sido conducido por el secretario de la Junta de Gobierno del Colegio, José Ignacio Monedero, quien ha dado paso a los 50 nuevos letrados que han jurado delante de la Constitución acompañados por sus padrinos.