- El exfiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, reflexionó este lunes sobre la relación entre cine y derecho
- El Salón de Actos estuvo al completo en un paseo por grandes clásicos del cine como “Matar a un ruiseñor” o “Anatomía de un asesinato”
- La II Conferencia se celebrará el próximo 3 de mayo
Con motivo de la celebración del 30 aniversario de la creación del Centro de Estudios del Colegio, el pasado lunes 25 de abril se iniciaba un ciclo de Conferencias Magistrales con la primera de ellas dedicada al “Cine y Derecho: El cine mira a la justicia”, destinada a tratar la estrecha relación entre el derecho y el séptimo arte.
Ante un aforo completo, este ciclo fue inaugurado por el exfiscal general del Estado y actual Of counsel de la firma Garrigues, Eduardo Torres-Dulce, quien es además un reputado crítico cinematográfico.
Este acto, que pudo ser seguido por streaming, estuvo presidido por la decana y el diputado responsable de formación, Ignacio Gordillo.
Torres-Dulce inició su Conferencia con una referencia a Platón y el mito de la caverna, como punto de partida en la reflexión sobre la realidad y la ficción, hasta llegar así a los hermanos Lumiére, creadores del cinematógrafo. Explicó que el cine nació como un terreno en el que integrar otras disciplinas, para así ser “un altavoz de lo que sucede en el mundo”, según sus palabras. El fiscal citó también al escritor británico Oscar Wilde, que afirmaba que “no se sabe si el arte imita a la vida o la vida al arte”.
Es ahí donde Torres-Dulce reflexionó sobre si el derecho es una ficción o una representación de la realidad, tratando de buscar respuesta en el artículo 3.1 del Código Civil, que llama a la “interpretación de las normas según la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas”. Según el exfiscal general, el derecho ha sido históricamente visto en el cine como un “fiel reflejo de la balanza en el mercado de las ideas, los principios y los valores”, aunque ha habido también una tendencia a aislarlo del séptimo arte. Torres-Dulce comparó a su vez el guión cinematográfico con el proceso judicial, en el que hay una serie de fases, un ritmo temporal, protagonistas, un momento de clímax y el inevitable final suspensivo. “Pocos espacios dramáticos hay tan perfectos como el escenario de una sala de vistas”, aseguró el fiscal.
Posteriormente, Eduardo Torres-Dulce y los asistentes a la charla dieron un paseo por distintas obras cinematográficas en las que han tenido lugar juicios célebres en la historia del cine: desde la película “Doce hombres sin piedad” hasta “Matar a un ruiseñor”, pasando por “Anatomía de un asesinato”, que fue definida por el fiscal como “probablemente la mejor película para preparar un juicio” por el retrato de las estrategias procesales, el derecho de defensa y la dignidad deontológica del abogado. La conferencia concluyó con la actriz Katherine Hepburn, quien dio vida a una abogada que se enfrenta a su marido, también abogado, por un caso en el filme “La costilla de Adán” y el juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, Felix Frankfurter.