Acabamos de terminar la 38 Marcha de los Abogados del Colegio en el Monasterio del Paular. Hemos andado bien por caminos y senderos, entre preciosos bosques, viendo rugir furiosamente las aguas del Angostura, que descienden de los Cabezas de Hierro y de Peñalara, de los arroyos Guarramillas, Cerraillas, Aguilón y Umbría, que más abajo será el famoso río Lozoya, el de las gustosas aguas de las que Madrid presume.
Una buena ruta para un día lluvioso y frío.
Hoy hemos hecho lo que teníamos que hacer, que no es fácil. Y lo hemos hecho bien. Hemos caminado contentos, en grupo, con bromas y con amistad… Y éramos 55 amigos… muchos de los cuales nos hemos conocido hoy caminando…
Yo estaba, creo, en mi sitio, animando a tantos otros al recreo de mirar las nubes, de ver la nieve sobre las cumbres, de mantener ese mínimo esfuerzo del caminante –que eso del senderista no me gusta nada- siempre al que camina por las montañas se le llamó montañero, más o menos justificadamente, pero en las montañas los que van y vienen son montañeros, denominación de mayor prestigio.
Hoy, pienso, que no habríamos podido realizar, en mi caso ninguna escalada en la Pedriza, ni ascensión alguna a las altas cimas batidas por el viento…
Permiso para entrar en Guadarrama
Para entrar en el Parque Nacional del Guadarrama con 55 compañeros (38 Marcha de Abogados) hace falta permiso del Parque, permiso que he tenido que convalidar (tenía uno para ascender a Peñalara, sin especificar ruta u orientación) y lo he cambiado por otro para bajar desde el Puerto de Cotos al Paular, “Ruta Verde 1”, como al parecer se la llama. Preciosa ruta incluso muy bien señalizada. Todo el mundo contento…
El personal del Parque ha sido muy amable y yo también. Y la funcionaria me ha dicho:
-Acabo de leer un escrito suyo.
– Muchas gracias. Esto de que a uno le lean es muy de agradecer
Debería de referirse al pliego de argumentos que presente contra la creación del Parque hace unos años.
Es cierto que a mí no me gusta que se “administrativice” la naturaleza y menos aún las montañas, allá en los alto, casi al margen de la sociedad…
Pero mientras el Parque y sus directivos respeten la libertad de los montañeros y mientras las medidas que se tomen sean de protección de esta preciosa naturaleza (las cimas y los valles de esta sierra sorprendente) el Parque al que me opuse, tendrá en mi un fiel servidor. No en balde llevo 60 años recorriendo estas montañas, escalando centenares de riscos en la Pedriza, cantando en sus refugios, esquiando por sus laderas y volando clandestinamente desde sus cimas… Y también enseñando a cientos de desconocidos y a cientos de amigos a comportarse con respeto en este mundo de encantos, rocas, árboles, nieves y vida…
Que sería de nosotros, los de Madrid, sin el Guadarrama… Yo habría tenido que emigrar –buscando otras latitudes de horizontes verticales –como el titulo de mi libro de los años 80….
Pues bien hoy todos –todos- los 55 compañeros del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, a pesar del frío y de la amenaza de la lluvia, que los pronósticos climáticos aseguraban, a pesar del cansancio y del trabajo que cuesta organizar una actividad de estas características: inscripciones, llamadas, bajas y altas estábamos muy contentos.
Una buena marcha por las montañas, con buenos compañeros, es el mejor remedio contra la monotonía y el aburrimiento. Después la vida se contempla con optimismo, con moral alta, con ese animoso estado mental, esencial para seguir caminando por la vida…
Dentro de una semana volveremos a recorrer la sierra de Magina en tierras de Jaén, otras cumbres, otros paisajes… Yo me apunto.