La Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, en una carta oficial enviada a Nuncio Apostólico ante la Unión Europea, Bernardito Cleopas Auza, ha trasladado hoy su más sentido pésame por el fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco. En la misiva, la Junta de Gobierno expresa su profundo pesar por la pérdida de una figura “que ha dejado una profunda huella espiritual, ética y humana en nuestra época”. «El Papa Francisco ha sido, para creyentes y no creyentes, un referente de humildad, diálogo, justicia social y compromiso con los más vulnerables. Su ejemplo de vida, su cercanía y su incansable defensa de la dignidad humana seguirán iluminando el camino de quienes, desde distintos ámbitos, trabajamos al servicio del bien común”, concluye la carta.
Del mismo modo, también se han remitido cartas de condolencias al Arzobispo de Madrid, José Cobo Cano, y al Rector de la Universidad Pontificia Comillas, Antonio Allende, institución con la que el ICAM mantiene estrechos lazos académicos y de colaboración.
El Decano del ICAM ha recordado que Francisco fue el primer Papa Jesuita y ha destacado que Su Santidad fue “un gran líder y persona» y «ejemplo de vida y obra”.
El Decano y la Junta de Gobierno tienen previsto presentar personalmente sus condolencias en la Nunciatura Apostólica en los próximos días, donde expresarán su reconocimiento y pesar en el libro de firmas que se habilitará a tal efecto.
El primer Papa Jesuita
El Papa Francisco, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, fue elegido Papa el 13 de marzo de 2013, tomando el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís, símbolo de humildad, paz y amor por los pobres. Su elección marcó varios hitos históricos: fue el primer Papa Jesuita, el primer Papa procedente de América, el primero del hemisferio sur y el primero no europeo en más de 1.200 años.
Desde el inicio de su pontificado, Francisco se distinguió por un estilo cercano y austero, renunciando a muchas de las formalidades vaticanas y priorizando una Iglesia «pobre para los pobres». Su liderazgo se caracterizó por un fuerte compromiso con la justicia social y la defensa de los migrantes y refugiados, reflejando los valores fundamentales de la Compañía de Jesús.
Impulsó importantes reformas dentro de la Iglesia, incluyendo cambios en la administración del Vaticano, una nueva normativa para abordar los casos de abusos sexuales y un enfoque más pastoral y comprensivo hacia situaciones complejas como el divorcio, la homosexualidad o la convivencia fuera del matrimonio.
Francisco también desempeñó un papel destacado en la diplomacia internacional, mediando en conflictos, fomentando el diálogo interreligioso y promoviendo una cultura del encuentro como alternativa al enfrentamiento ideológico.
Durante más de una década de pontificado, Su Santidad fue una figura influyente no solo para los católicos, sino también para millones de personas en todo el mundo que encontraron en su mensaje una fuente de esperanza, humanidad y reconciliación. Su sonrisa, su lenguaje sencillo y su ejemplo de vida seguirán siendo recordados como emblemas de una nueva forma de ejercer el liderazgo espiritual.