Nota conjunta tras el encuentro de las Juntas de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid y el Il•lustre Col•legi de l’Advocacia de Barcelona

Reunidas a 20 de junio de 2018 las Juntas de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid y el Il·lustre Col·legi de l’Advocacia de Barcelona, manifiestan conjuntamente que:

1.-Es voluntad de ambas instituciones proyectar iniciativas de cooperación y colaboración que, más allá de lo simplemente corporativo, concentren esfuerzos y multipliquen su impacto y su influencia como referentes de la Abogacía en España y en Europa.

2.-A esos efectos, se han creado bilateralmente los siguientes grupos de trabajo coordinados por l@s siguientes diputad@s: Turno de oficio (Begoña Castro / Carmen Valenzuela). Deontología (Manuel Martín / Joaquim de Miquel). Secciones (Eugenio Ribón / Cristina Vallejo). Formación (Raúl Ochoa / Yvonne Pavía). Asuntos Digitales (Esther Montalvá / Rodolfo Tesone). Comisión normativa (José Ignacio Monedero / Jesús Sánchez). Arbitraje y mediación (Begoña Castro / Frederic Munné). Asesoría Jurídica (José Ignacio Monedero / Susana Ferrer). Internacional (María Eugenia Gay / María Segimón).

3.-El proyecto parte no sólo del pleno convencimiento que comparten en primera persona el Decano del ICAM, José María Alonso, y la Degana del ICAB, María Eugenia Gay, sobre los beneficios que puede producir sobre la práctica de un oficio que día a día trabajamos para dignificar; en paralelo, y por elevación, del retorno social que puede generar al llevarse a cabo con entusiasmo y con ideas.

4.-En una situación como la actual, tan necesitada de impulsos cívicos e institucionales que vayan en la línea de restar tensión y crispación, la Abogacía puede ayudar desde su fuerza, no sólo de número, a alumbrar y conquistar espacios de entendimiento y a arbitrar vías de salida a procesos de conflicto.

5.-Como letrados, elevaremos la voz de la Abogacía con mayor nitidez y alcance que en el pasado, sintiéndonos especialmente concernidos y comprometidos con la defensa de los principios y valores democráticos en los que se fundamenta el Estado de Derecho. Somos un elemento indispensable para la concordia y la convivencia ciudadana.

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