Con motivo del Día de la Justica Gratuita, el Colegio de la Abogacía de Madrid ha rendido homenaje este martes a los más de 5.000 letrados y letradas que ejercen en el Turno de Oficio, en quienes han recaído las 74.000 designaciones realizadas en un primer semestre de 2022 en el que han llevado a cabo cerca de 47.000 asistencias letradas.
A través de cinco profesionales adscritos a Turnos como Penal, Civil, Laboral o Administrativo, la abogacía de oficio ha elevado la voz para reivindicar el compromiso y la excelencia de una profesión que, aunque cuenta con un importante componente vocacional, merece un reconocimiento y una remuneración acordes a su función como garante de la tutela judicial efectiva.
Inaugurada por el consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, la jornada ha contado con las intervenciones iniciales del decano del ICAM, José María Alonso, y la vicedecana Begoña Castro. En sus palabras de bienvenida, Alonso ha recordado que la mejora de las condiciones del Turno de Oficio ha sido “una auténtica obsesión” desde su llegada al Colegio de la Abogacía de Madrid, y ha reconocido la labor de unos profesionales que ejercen “con la misma calidad, excelencia y dedicación que los abogados más excelentes de este país”, a pesar de hacerlo en unas condiciones económicas “que no son aceptables”.
De los dos interlocutores institucionales del ICAM para la gestión del Turno y la Justicia Gratuita, Alonso ha puesto en valor los avances realizados con la Comunidad de Madrid para garantizar la remuneración por todas las actuaciones, incluida la defensa de personas jurídicas. El único debate pendiente, ha explicado, sigue siendo el aumento de los baremos, que continúan totalmente fuera de mercado. “Madrid tiene que convertirse en un ejemplo del reconocimiento a estos servidores públicos”, ha reclamado.
Respecto al Ministerio de Justicia, Alonso ha lamentado que se siga sin solucionar el problema del pago a los abogados y abogadas que tienen que ser designados cuando al final el cliente no recibe el beneficio de asistencia jurídica gratuita, ni tampoco el pago a los profesionales que se ven obligados a representar a personas jurídicas que no tienen medios para elegir un abogado. “Desde aquí quiero revindicar al Ministerio que solucione este problema que va más allá de una mera reivindicación, afecta a los derechos fundamentales de los abogados, y recordarle a la ministra que vivimos una palmaria injusticia: no hace falta ser muy experto para darte cuenta de que nadie puede ser obligado a trabajar sin cobrar. Y eso es lo que sucede. Siendo un servicio público es sencillamente inadmisible y desde luego este Colegio no va a consentirlo”, ha subrayado.
Por su parte, la vicedecana ha trasladado el apoyo del ICAM a los profesionales adscritos al Turno de Oficio en los Colegios pertenecientes a la zona Ministerio, concentrados en protesta ante los retrasos en el pago y la negativa a abordar determinadas actuaciones. Una situación, ha recordado, que afecta también a los abogados de Madrid en las actuaciones realizadas ante los órganos centrales, dependientes del Ministerio de Justicia. Por todo ello, “nos sumamos a las voces y protestas del resto de compañeros, instando al Ministerio para que sin mayor dilación asuma el pago de todas las actuaciones realizadas en el ejercicio de un mandato constitucional”, ha reclamado.
En representación de la Comunidad de Madrid, Enrique López se ha sumado al reconocimiento “a una de las mejores facetas de la abogacía, aquella que pone en valor a toda una profesión dedicada a defender los intereses de los ciudadanos, que vela por sus derechos y contribuye al cumplimiento de la ley”. En su intervención, el consejero ha ensalzado el sistema español de justicia gratuita como uno de los mejores a nivel mundial, con un modelo que, partiendo de la voluntariedad de los defensores, “es el mejor porque garantiza abogados de calidad”.
Para López, el Día de la Justicia Gratuita es el mejor escenario posible para mostrar púbicamente satisfacción y hacer reivindicaciones, pero sobre todo “para conjurarnos a seguir trabajando más y mejor por este servicio público, hacerlo más humano, ágil y eficaz, con el orgullo de ser una de las administraciones de España en las que tenemos uno de los mejores servicios de justicia gratuita”. En términos de calidad —“contamos con los mejores abogados y procuradores”— y de cantidad, ofreciendo unos honorarios que están a la cabeza de España. Aunque “nunca podremos pagar precios de mercado, eso es imposible”, ha reconocido, “nos sentimos muy orgullosos del sistema y de cómo lo gestionamos en Madrid”, siendo el objetivo de la administración madrileña revisarlos para establecer unos baremos, si bien no lo suficientemente altos, al menos dignos.
Antes del Turno que abogado
Sobre dignidad, pasión, vocación, sentido de pertenencia y compromiso han hablado los abogados César Pinto, Virginia Alonso, Francisco Andújar, Miguel Ortego y Mónica Cristóbal, integrantes de una mesa redonda moderada Lola Fernández Campillo, diputada de la Junta de Gobierno del ICAM y abogada de turno de oficio.
“Para mí, el ejercicio profesional es ser del Turno de Oficio más que ser abogado”, ha señalado Pinto, profesional con más de 25 años de experiencia y autor de numerosos recursos admitidos por el Tribunal Supremo, entre ellos el que logró impedir la venta de 3.000 viviendas protegidas a un fondo de inversión. No obstante, para Pinto todos los casos son muy importantes, en el momento que un justiciable no está de acuerdo con algo que considera injusto, la labor de la abogacía se vuelve relevante. “Siempre que hay un ciudadano que necesite la justicia, está ahí la importancia”, ha recalcado.
Asimismo, ha criticado el calificativo de gratuito asociado siempre al servicio público de asistencia jurídica gratuita: “no hay ningún servicio público que se caracterice por decir que es gratuito, es un servicio público y como tal se presta al que tiene derecho a él”, ha aclarado.
“El mejor máster de mi vida”
Para la abogada Virginia Alonso, “el turno quizás ha sido el mejor master de mi vida”, tanto en el ámbito profesional como en el personal. Veterana con varias macrocausas a sus espaldas, Alonso ha explicado las dificultades que atraviesan los profesionales designados en este tipo de procedimientos, en ocasiones obligados a cerrar durante meses sus despachos y a abandonar a sus clientes particulares para defender a los de oficio. “Recuerdo que te queda el miedo, la incertidumbre, el `me arruino`, pero al final todo sale y vale mucho la pena”. Por otra parte, la letrada ha reclamado a la administración el acceso previo de los letrados a las actuaciones para realizar una defensa “como es debido”, lamentando que en ocasiones “ni siquiera podemos velar como es debido por los derechos de nuestros clientes y ni siquiera sabemos si vamos a cobrar por algunos de ellos”.
“Si algo somos los abogados del Turno de Oficio es solidarios”, ha señalado Francisco Andújar, en alusión a los profesionales concentrados en otros Colegios y que en algunos casos llevan hasta 4 meses sin cobrar absolutamente nada. Tras reivindicar una relajación de los requisitos de acceso al Turno a fin de facilitar la incorporación de los abogados jóvenes, se ha lamentado por lo que considera una imagen injustamente mala de la profesión: “los abogados de oficio del ICAM no podemos estar mejor formados”, ha explicado, pero “tengo la sensación de que públicamente todavía se nos considera una especie de abogados de segunda, cuando le dedicamos el mismo tiempo o más que el que dedicamos a un asunto de un cliente particular”.
Con experiencia en la defensa de acusados por todo tipo de delitos penales, incluido uno de los autores intelectuales de los atentados del 11M, Andújar ha reivindicado la presunción de inocencia y ha alertado contra la estigmatización que muchos investigados sufren antes de que se dicte una sentencia firme, un problema que en determinados procedimientos se extiende a su defensor cuando la opinión llega a identificar al abogado con su cliente.
La pasión, la clave
Aunque en su carrera en el Turno de oficio aún no ha llevado ningún macrocaso o procedimiento estrella, Miguel Ortego ha destacado la vocación que le llevó a abandonar su trabajo como abogado de empresa para defender a quienes carecen de recursos para contratar a su propio letrado. “La pasión es la clave de esta profesión, no creo que nadie del Turno de Oficio pudiera hacerlo sin esa pasión que te arrastra, pero no por ello tiene que dejarse de reconocer y remunerar como se merece”. Ortego, que ha reconocido dificultades para explicar a su familia y amigos el porqué de su pertenencia al Turno, ha puesto en valor la formación de alta calidad que reciben sus integrantes, con ponentes de muy alto nivel dando clase de manera directa a los abogados.
Finalmente, Mónica Cristóbal ha recordado que, aunque no pretendan cobrar los honorarios “a mercado”, los abogados de oficio llevan temas muy complicados, en los que se implican muchísimo y en los que llegan a salvar el sustento de una familia. Temas que tienen una complejidad y un trabajo que, según la abogada, en una minuta normal llegaría a 2.000 euros y en el Turno no llega ni a 200€. “No pretendemos cobrar una minuta normal pero sí dignificar un poco”, ha señalado. Respecto al Turno de Laboral, la letrada ha reclamado que se amplíen las actuaciones a la fase de las reclamaciones previas, lo que permitiría un ahorro considerable de recursos a la administración. “Si esto se hace, por favor que se pague aparte”, ha dicho.
Tras la mesa redonda, ha tenido lugar la entrega de reconocimientos a los letrados y letradas con más antigüedad del Turno de Oficio: Gregorio García Aparicio, Carlos Carretero Benito, Carlos San Pio Aladren, María Ana Sanchiz Garrote, Martina Castro Gómez y María Jesús García Giráldez.
También han recibido un diploma de reconocimiento aquellas asociaciones que con su labor contribuyen a la mejora del servicio público de Turno de Oficio y Asistencia Jurídica Gratuita: ALTODO, ALA, APAEM, EUREKA, APROED y APRODA.
Antes de finalizar, se ha concedido el premio a los ganadores del concurso “Historias con vocación de oficio”, que en esta ocasión han recaído sobre Luis Bonillo Garrido (1º), Rosa Miguélez Montoya (2º) y Ana Belén Jiménez Sedofeito (3º).