- El decano de Madrid recibe en el ICAM a los participantes en el World Law Congress
- Acompañado de Javier Cremades, Franklin Hoet-Linares, Arnold Rainer y André Alen, Alonso ha reivindicado el papel de los juristas para defender el Estado de Derecho y las libertades fundamentales
En vísperas de la llegada a Madrid de casi 2.000 juristas procedentes de todos los rincones del planeta, el Colegio de Abogados de la capital ha dado hoy el pistoletazo de salida del World Law Congress (WLC) durante una recepción oficial a la que han asistido algunos de los participantes más ilustres.
El decano del ICAM, José María AlonsoFranklin Hoet-LinaresJavier Cremades han intervenido en el acto previo a la apertura del Congreso organizado por la WJA que arranca mañana en el Teatro Real de Madrid.
Bajo el lema “Constitución, democracia y libertad”, juristas de 67 países de América, África, Asia, Europa y Oceanía se darán cita en un evento que supone “un aldabonazo de la importancia que debe tener Madrid” en el panorama mundial del derecho, ha señalado Alonso, recordando que “la Abogacía madrileña es una auténtica potencia en términos de generación de riqueza, de empleo, de producción intelectual, investigadora, educativa y de creación de opinión”.
Eventos como éste, ha señalado el decano, sitúan al ICAM en su verdadera dimensión: “somos el Colegio profesional más grande de Europa y eso significa que tenemos el desafío constante de ser también el más importante y el más influyente”. Para Alonso, la función de la Abogacía resulta de vital importancia “no sólo para dar aliento a la democracia, sino para introducir nuevas demandas sociales, para vigilar la aplicación efectiva de derechos ya reconocidos, para actuar como dique frente a un poder con la tentación de invadir espacios que no le corresponden”. En ese sentido, ha recalcado, “la voz de la Abogacía debe elevarse y su papel debe trascender, en muchos aspectos, lo que representa el ejercicio del sagrado derecho de defensa”.
Frente a las voces que intentan atacar falsamente el sistema legal de España, Alonso ha querido subrayar que el Estado de Derecho se aplica sin limitaciones en nuestro país. “Es hora de que los juristas levantemos nuestra voz para defender la independencia e imparcialidad de nuestros tribunales, y para defender nuestra Constitución como una de las más avanzadas y protectoras de los derechos humanos en el mundo”, ha recalcado.
Por su parte, el presidente del Comité Organizador del Congreso, Javier Cremades, ha desgranado las líneas maestras de un encuentro que busca reafirmar la relevancia de la sociedad civil, y de los juristas en particular, como defensores de la libertad, una labor fundamental porque, “aunque se dan por hecho, la libertad y la paz no están garantizadas”, ha recordado.
Respecto al Congreso, Cremades ha puesto en valor el reconocimiento que recibirá Su Majestad el Rey Felipe VI, primer rey jurista en el mundo y Colegiado de Honor del ICAM, al que se hará entrega del WJA World Peace & Liberty Award. Un premio que reconoce su compromiso inquebrantable, y el de toda la sociedad española y sus instituciones, con la defensa del Estado de Derecho como garante de la libertad y la paz.
Tras las intervenciones del catedrático de Derecho Público de la Universidad de Regensburg, Arnold Rainer, y del presidente del Tribunal Constitucional de Bélgica, André Alen, cerró el acto el presidente de la World Jurist Association, Franklin Hoet-Linares, alertando de la fragilidad del Estado de derecho en países como Venezuela y recordando la importancia de los juristas a la hora de defender la legalidad y la independencia judicial. “Sin independencia del poder judicial no hay justicia, no hay libertad, no hay democracia. Los abogados son los principales garantes de la Constitución, porque todos los abogados somos auxiliares de la Justicia. No hay nada más importante que la justicia porque de la justicia depende todo, y sin justicia no hay nada“, señaló.