En el marco de la celebración del tercer Congreso de la Abogacía de Barcelona el decano del Colegio, José María Alonso, ha participado esta mañana en la conferencia “Retos del Arbitraje: especialización, celeridad, confidencialidad y flexibilidad”, acompañado por el presidente del TAB, Juli de Miquel; y los abogados Cristian Cual y César Rivera.
El decano ha centrado su intervención en la flexibilidad existente en el arbitraje que, en su opinión, “no es un reto a conseguir porque el arbitraje ya es flexible; todo es pactable y esto hace que el arbitraje sea enormemente atractivo”.
Así, Alonso se ha referido a las manifestaciones más importantes en relación con la flexibilidad del arbitraje, destacando, en primer lugar, la “plena flexibilidad de los árbitros” ya que, para ser árbitro “solo se exige que sean personas naturales y con capacidad jurídica” y existe total libertad en la elección del número de árbitros siempre que sean impares. Además, el decano también ha subrayado la flexibilidad existente en la conducción del procedimiento arbitral, diferenciando entre los procedimientos con instituciones y los procedimientos ad hoc.
De acuerdo con esto, el decano ha defendido que el arbitraje “es el reino de la libertad y de la flexibilidad”, ya que las partes pueden pactar el lugar, el idioma del arbitraje e incluso “pueden pactar el derecho aplicable, aunque sea un arbitraje doméstico”.
En esta misma línea, el decano ha destacado que incluso en las conclusiones del proceso existe flexibilidad, ya que pueden ser orales o escritas y ofrecen ventajas con los tiempos: “En los procedimientos judiciales estamos enconsertados, no podemos plantear el tema de manera adecuada porque los jueces limitan los tiempos”.
Para finalizar su ponencia, el decano ha manifestado como uno de los retos del arbitraje la importancia de tener credibilidad y de mantener el principio de igualdad durante el proceso: “Si las partes acuden al arbitraje es porque consideran que obtendrán una respuesta justa y más rápida que por la vía judicial, por tanto, la credibilidad en el arbitraje es fundamental”.