Gran acogida de la jornada de análisis sobre el Reglamento Europeo de Protección de Datos

  • Organizada por la Sección TIC y la APEP

Con aforo completo, el Salón de Actos del Colegio fue escenario en la tarde de ayer de una mesa redonda en la que se analizó el futuro Reglamento Europeo de Protección de Datos organizada por la Sección TIC en colaboración con la Asociación Profesional Española de Privacidad (APEP).

De este texto, que está previsto se publique en la primavera de 2016, actualmente se conoce la propuesta acordada por el trílogo de la UE, a la espera de la traducción final.

La jornada se inició con la presentación de la presidenta de la Sección, Paloma Llaneza, y fue moderada por Marcos Mª Judel, vicepresidente 2º de APEP. Las ponencias corrieron a cargo de Flora Egea, Data Privacy Officer para España de IBM; Asier Crespo, Legal Director de Microsoft para España y Portugal; y Raúl Rubio, socio en Baker & McKenzie.

La presidenta de la Sección recordó que “en los últimos años se nos ha bombardeado con versiones del Reglamento”, al tiempo que Judel aseguraba que, a pesar de las obligaciones que el nuevo texto conlleva, “el profesional de la privacidad español está muy bien preparado para afrontarlas”, dadas las exigencias de la actual LOPD.

La figura del delegado oficial de protección de datos (Data Privacy Officer, DPO en sus siglas en inglés) fue una de las novedades que los ponentes destacaron. Éstos “son mucho más que una obligación para cualquier empresa, son una conveniencia muy beneficiosa”, afirmó Egea, quien precisamente ostenta este cargo en IBM España. “A pesar de haber quedado muy limitado en el nuevo texto, que sólo contempla un DPO por empresa, se han determinado los casos en los que es obligatoria su existencia  y qué funciones desempeñarán”, añadió.

Por su parte, Asier Crespo habló de las PIA (Privacy Impact Assessment) o Evaluaciones de Impacto en la Protección de Datos como “una nueva herramienta recogida en este texto en manos de las empresas, que deberán valorar la necesidad y la proporcionalidad del tratamiento en cuestión, así como la valoración del riesgo”.

Antes de las intervenciones del público, el socio de Baker & McKenzie, Raúl Rubio, enfatizó el carácter del nuevo texto normativo, “con un valor económico tangible, que tiene un impacto sobre la competitividad europea frente a la norteamericana, y va más allá de la mera protección de los Derechos Fundamentales”. Aclaró también que, “aunque las empresas quieren cumplir con el Reglamento, se encuentran con que las autoridades no las asesorarán, pues su nueva labor se ha centrado más en la concienciación”. 

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