Ante un patio abarrotado y en presencia de todos sus familiares, amigos y compañeros de profesión, José María Alonso descubrió ayer el cuadro con su retrato, que se incorpora a la Galería de Decanos de la Institución.



En este sentido homenaje, realizado por el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, el Decano Eugenio Ribón tuvo unas emotivas palabras para su predecesor en el cargo, recordando que José María Alonso “ha sido mucho más que un líder en el mundo de la abogacía; ha sido y sigue siendo un faro de valores y aprendizaje que deja una huella profunda en nuestros corazones y mentes”.
En sus palabras, Ribón subrayó que, en su paso por el Decanato del ICAM, Alonso se hizo merecedor del “respeto, del cariño y la admiración” de todos los colegiados y colegiadas de Madrid, habiendo recibido hace escasos días el máximo reconocimiento de la abogacía del turno de oficio “por su esfuerzo, por su tesón y por conseguir mejoras sustanciales para el colectivo”.

“Gracias, José María, por tanto. Por el legado que nos dejas, por tu ejemplo, tu presencia y por tu conducta al frente de instituciones como el ICAM, o el CIAM. Por seguir siendo el primer y el mejor defensor del estado del derecho y de las libertades. Esta es y será siempre tu Casa, querido Decano”, concluyó Ribón.
Como reconocimiento a este legado, el Decano Eugenio Ribón y la Vicedecana Isabel Winkels entregaron a José María Alonso la Medalla de Colegiado de Honor del Colegio “en reconocimiento de su fructífera trayectoria profesional como abogado y de la labor institucional desarrollada como miembro de la Junta de Gobierno y, posteriormente, como Decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid”.

José María Alonso, quien también estuvo acompañado por los decanos Luis Martí Mingarro y Sonia Gumpert, así como por socios directores de despachos madrileños, autoridades del ámbito jurídico y miembros de la Junta de Gobierno que encabezó entre 2017 y 2022, agradeció este homenaje y reconoció el orgullo que le producía que su cuadro estuviera colgado en el ICAM junto a personajes que nombran a buena parte del callejero madrileño, como Canalejas, Montero Ríos o Melquídes Álvarez. “Me siento profundamente orgulloso de estar en este Colegio, de ser parte de su historia y de que mi retrato cuelgue de las paredes de esta Institución tan excelsa”, aseguró.
Tras hacer un repaso por su larga trayectoria profesional, José María Alonso señaló que consideraba que su paso por el Decanato del ICAM era el lugar “donde más desarrollo de mi ser humano se ha producido”. “Yo llegué aquí desde la abogacía de los negocios y aquí conocí a la abogacía plena: grandes y pequeños despachos, Turno de Oficio, abogados que se dejan la vida todos los días por la defensa de los ciudadanos”, explicó.
Por eso, como ya avanzó en su vídeo de campaña, José María Alonso insistió en que le gustaría que cuando sus nietos recuerden a su abuelo, dijeran de él “no que fue socio director de Garrigues o de Baker & McKenzie, sino una persona que hizo mucho por la abogacía y que fue un buen decano”.


Defensa del Estado de Derecho
En su discurso, José María Alonso no pudo evitar referirse al momento convulso que se está viviendo. “En mi larga trayectoria profesional, desde la Transición, como abogado no he visto un momento tan oscuro como el que estamos viviendo”, aseguró.
“Vivimos momentos donde se tuerce el recto sentido de nuestra Constitución, donde el ejecutivo se apodera y controla las instituciones, donde se rompe la igualdad de los españoles ante la ley, y donde se ataca a los jueces y a los magistrados y se afecta a la independencia judicial”, aseguró, poniendo énfasis en que por eso, “hoy la abogacía es más necesaria que nunca” y aplaudiendo la declaración institucional que hizo el Colegio el pasado mes de noviembre y a la que se adhirieron cerca de 50 despachos madrileños.
Galería de Retratos del ICAM
La tradición de mantener una Galería de retratos fue instaurada en 1854 durante el sexto año del decanato de Manuel Cortina, primer decano en tener su cuadro en el ICAM.
El retrato de José María Alonso ha sido pintado por José Mosquera, abogado de carrera e hijo del pintor coruñés Luis Mosquera.
José María Alonso, tras descubrir su retrato, reconoció la labor de José Mosquera incidiendo en que “no solo es un extraordinario jurista sino también una extraordinaria persona” y agradeció este cuadro “de gran belleza y que es una magnífica obra de arte”.


Vídeo
Galería Fotográfica
























