- Testimonio de Benjamín de Lucas tras su estancia profesional en Milán
El colegiado Benjamín de Lucas realizó tres meses de prácticas en un despacho civilista de Milán gracias al programa de becas para prácticas internacionales que ofrece el Departamento de Relaciones Internacionales del Colegio de Abogados de Madrid.
Benjamín de Lucas en el Tribunale di Milano
La posibilidad de viajar al extranjero para continuar su aprendizaje en un despacho internacional ha supuesto para Benjamín una experiencia “muy enriquecedora, tanto personal como profesional”, no solo para iniciarse en la práctica del ejercicio profesional sino también para aprender un nuevo idioma, hacer nuevas amistades y para poder conocer en profundidad la cultura del país de destino, en este caso, la cultura italiana y lombarda.
Este es precisamente uno de los principales objetivos planteados por el Departamento de Relaciones Internacionales del Colegio, consciente de que la movilidad geográfica de los alumnos genera en ellos beneficios como la mejora de sus aptitudes de cara al mundo laboral, el crecimiento de su madurez personal y profesional, y el enriquecimiento y ampliación de visión sobre las cuestiones que rodean y afectan al mundo de la Abogacía.
Estas prácticas se organizaron a través de la Comisión de Relaciones Internacionales de Colegio de Abogados de Milán, en el marco del Convenio de cooperación que el ICAM tiene con este Colegio, y permitieron a Benjamín trabajar en un despacho especializado en asuntos mercantiles.
“Mis funciones en el despacho eran el asesoramiento de clientes de habla hispana con cuestiones jurídicas por resolver en el “bel paese”, explica Benjamín, quien agradece la oportunidad de haber podido acompañar a sus compañeros letrados al Tribunale di Milano y a las negociaciones entre abogados en el Tribunale di Monza, lo que le ha permitido “conocer el funcionamiento de los procesos judiciales italianos y, por tanto vivir, una gran experiencia profesional”.
A Benjamín de Lucas realizar estas prácticas en el extranjero le ha ayudado comprender las diferencias existentes entre el mundo judicial italiano y el español. La experiencia ha supuesto “un reto” personal y profesional para él y, además de permitirle estar en contacto con el mundo laboral italiano, le ha servido para aumentar su cartera de contactos lo que, en sus palabras “puede ser de gran utilidad en el futuro”.