El decano José María Alonso intervino anoche en el acto de clausura de la 2ª edición de la Law Practice School, un proyecto llevado a cabo por la asociación de Jóvenes Juristas que ha contado con el apoyo de los ICAs de Madrid y Barcelona, entre otros, y que nace con el objeto de preparar y formar a jóvenes recién aterrizados en el mundo del Derecho, desde un punto de vista eminentemente práctico, y los pone en contacto con los operadores jurídicos que intervienen en los procedimientos, a través de distintos ejercicios prácticos y simulaciones.
Precisamente Alonso puso en valor la aproximación de la Law Practice School, que en esta ocasión debido a la situación de pandemia, se ha celebrado en formato online: “estos cursos que enfocan la abogacía desde un punto de vista práctico son tremendamente importantes”, y es que es una reivindicación continuada del decano, que reclama una instrucción posterior a la carrera de Derecho que no se limite a revisar conceptos y materias teóricas ya abordados, sino que dote a los alumnos de los instrumentos y habilidades necesarias para el ejercicio práctico de la profesión. En este sentido, Alonso también recalcó la importancia de la Agrupación de Jóvenes Abogados de Madrid, que ha contribuido activamente en el proyecto, “AJA Madrid es un pilar esencial del ICAM, sin ellos el Colegio no sería lo mismo. Tienen un absoluto compromiso con la formación y la orientación a muchos que estáis en un momento en que la profesión puede dar un poco de vértigo”.
Y es que, aunque el decano reconoció que la abogacía “es una profesión dura pero maravillosa”, quiso trasmitir a todos los participantes un mensaje de ánimo: “es la hora de la Administración de Justicia en general. Se van a producir grandes cambios a causa de la crisis sanitaria. Hay muchísimos problemas derivados de conflictos familiares, necesidad de revisar contratos afectados por la cláusula rebus sic stantibus… un montón de temas en los que podemos intervenir de manera satisfactoria”, reclamando a su vez la colaboración de los jóvenes juristas. “Entre todos tenemos que conseguir hacer ver a la sociedad el papel fundamental que representamos los profesionales de la abogacía, más allá del concepto que parece existir de que estamos detrás del conflicto, somos un pilar indispensable del Estado de Derecho”, explicaba.
Como consejos para la andadura profesional incipiente, Alonso recomendó a los asistentes “que trabajéis con calidad, que pongáis todo vuestro esfuerzo sin buscar atajos para arreglar los temas que os pueden llevar a conductas anti-éticas. Os aseguro que la conducta ética produce réditos. Es fundamental cumplir con la deontología, al final somos todos compañeros, aunque defendamos intereses contrapuestos, por eso os animo a que cultivéis las relaciones que aquí habéis encontrado, y que confiéis y busquéis la experiencia de vuestros mayores”.
La homóloga de Alonso en Barcelona, la decana María Eugenia Gay, intervino junto al decano y también expresó cómo “siempre es gratificante ver como los jóvenes juristas se van incorporando a lo que es el ejercicio de esta maravillosa y noble profesión”, advirtiendo a su vez de que se trata de “uno de los oficios con mayores transformaciones a lo largo de los últimos años”, y poniendo especial atención al impacto que las nuevas tecnologías han supuesto y van a suponer para el ejercicio del Derecho.
Finalmente, los decanos hicieron entrega de los premios que se conceden al concluir la Law Practice School, otorgados a Mª Victoria Garrido, Estela San Pedro y Noelia Jiménez, galardonadas como Mejor Litigante, Mejor Asesora, y Mención de Honor, respectivamente.