El Colegio con la joven abogacía en el fomento de la oratoria y las habilidades comunicativas

La jornada organizada ayer por la Agrupación de Jóvenes Abogados de Madrid (AJA) se inició con la presentación de la vicedecana, Begoña Castro, que se dirigió a los jóvenes letrados asistentes señalando que su incorporación a la actividad colegial es “un soplo de aire fresco”, y que la nueva Junta de Gobierno “apuesta por la juventud” conscientes de las dificultades que supone incorporarse a la profesión de la abogacía “muy bonita pero también muy complicada”.

De izqda. a dcha.: Mónica García, Alvaro Escudero, Fran Carrillo y Begoña Castro

Por su parte, Mónica García, secretaria de la Asociación de Jóvenes Abogados de Alcalá de Henares, fue la encargada de moderar el evento y reivindicó la importancia de la abogacía joven “que ha llegado para avanzar”.

Completaban la mesa los ponentes Álvaro Escudero, abogado penalista y vocal de AJA, y Fran Carrillo, consultor político y asesor de Comunicación.

Escudero centró su intervención en las técnicas de interrogatorio en el juicio, ofreciendo consejos a quiénes se acaban de incorporar a la profesión, como, por ejemplo, seguir la estrategia de proponer la declaración de la contraparte de cara a facilitar las negociaciones previas. En este sentido, dijo que “normalmente las personas temen las intervenciones judiciales y siempre habrá tiempo de renunciar si no se llega a un acuerdo extrajudicial”.

En cuanto a la declaración del patrocinado, recomendó dedicación pues “un juicio es una puesta en escena y hace falta preparar la obra con el cliente”. Y sobre la prueba testifical, Alvaro Escudero explicó que lo mejor es “ayudar durante la intervención” haciendo preguntas en sentido cronológico e interpelaciones “pertinentes hacia dónde interese”. Además, señaló la importancia de los detalles ya que para el abogado, desde el lenguaje no verbal a la vestimenta del declarante, “marcan la credibilidad del relato”.

El ponente Fran Carrillo se enfocó en las claves de la comunicación con una presentación ilustrativa y dinámica. “Desde que nos levantamos estamos trasmitiendo” por eso es importante “trabajar la conexión: hacer que el cerebro del que está escuchando no se pare a interpretar o traducir lo que está oyendo, sino que el mensaje sea paralelo a su atención”, afirmó.

También recalcó que las palabras deben ser “la antesala de lo que se percibe en gestos” pues los humanos son “decisores sensitivos”: cuando comunicamos, lo primero que llega es la imagen, de ahí que las personas actuemos “por impulsos visuales”. Una vez interiorizado esto, hay que trabajar el ritmo y el tono: “el discurso es un pentagrama y cada palabra tiene su lugar construyendo la música”.

Carrillo concluyó que cultivar las habilidades oratorias será clave para lograr el futuro profesional “repleto de éxitos”, sin olvidar que “la comunicación es compartir, no competir”.

Compartir en tus RRSS