Alejandro Touriño: “En poco tiempo la mayoría de despachos tendrán un asistente conversacional”

Esta mañana el Colegio, junto a Alter Mutua Abogacía, ha organizado una jornada sobre “Inteligencia Artificial y Abogacía. Aspectos legales de los chatbots y experiencias prácticas”. Para ello, ha contado como ponentes con Alejandro Touriño, presidente de la Sección TIC del ICAM y socio director y responsable del Área de IT de ECIJA; y David Gabarró, director general adjunto y responsable del Área de Transformación Digital de Alter Mutua de los Abogados.

Y es que la Inteligencia Artificial, pese a que existe desde hace décadas, ha cobrado ahora una importante repercusión como refería Gabarró, y ello pese a que “estamos todavía lejos de tener IA autónomas y con aspecto humano fuera de la ciencia ficción”. El director general adjunto indicó que “el 98% de la población mayor de 18 años tiene un móvil y lo utiliza de media 2h y 27mins, principalmente en apps de mensajería instantánea”,  dato que verificó interpelando a los asistentes sobre el uso hasta ese momento de de este tipo de aplicaciones, “las utilizamos todos, no tienen edad, y eso es porque utilizan el lenguaje conversacional, lo que aprendemos desde pequeños”, explicó Gabarró.

“Cada vez más negocios atienden consultas por Whatsapp, pero esto genera una serie de problemas: requiere que la respuesta sea instantánea, si no estaremos creando una insatisfacción al cliente, además responder a los distintos canales (Whassap, Instagram, Telegram, Facebook…) es impensable”, ¿cómo hacer frente a esto?,  “lo solucionamos con inteligencia artifical, con chatbots”, detalló Gabarró, analizando los problemas de gestión que ello conlleva. “La inteligencia artificial y los chatbots ya están aquí, son una realidad”, afirmó el ponente, matizando que “no lo tenemos que ver como una amenaza, sino como una oportunidad: ella se encarga de hacer el trabajo engorroso y repetitivo mientras que nos va a dejar hacer la parte legal, la estrategia, pelear por un cliente…cosas que un robot no sabe hacer”.

Touriño por su parte explicó la problemática legal que suscitan estas herramientas, desde la protección de datos, pasando por la propiedad intelectual, hasta la injerencia en derechos como la intimidad o el honor, aspectos en los que a veces la respuesta no está clara, y es que “está claro que el legislador romano cuando hizo el nexo de causalidad no estaba pensando en chatbots”, bromeaba, recordando que “el Derecho se va adecuando a la realidad”. En este sentido, el ponente subrayó que “estamos en los albores de la inteligencia artificial aplicada al mundo jurídico y los productos que estamos encontrando les queda mucho recorrido todavía”. Sin embargo, según Touriño “de aquí en adelante muchos despachos contarán con un asistente conversacional que resuelva dudas básicas o permita organizar la agenda del abogado”, advirtiendo que “cuanto más sofistiquemos las funcionalidades y la respuesta del chatbot, mayor va a ser el régimen de responsabilidad en el que nos encontremos, pero el chatbot no habla solo, aprende de lo que tiene en su entorno”.

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