Acaba la III Cumbre de Mujeres Juristas con una mención especial a la protección de género de las migrantes

Llega a su fin esta Cumbre presidida por el recuerdo y el legado de Soledad Cazorla Prieto, quien tanto luchó por la igualdad y contra la violencia de género.

Estas dos jornadas de trabajo se han cerrado con la ponencia de clausura de la que fuera ministra de Justicia italiana y reputada abogada penalista, Paola Severino, quien ha explicado los avances y retos a los que se enfrenta su país en materia de igualdad y no discriminación, en particular, en el ámbito jurídico a través de la denominada “cuota rosa”. En su opinión, “hay que incluir a los hombres en la consecución de la igualdad” y ha destacado las palabras “vocación y trabajo en equipo como fórmulas para obtener el éxito profesional”, con independencia del género.

Seguidamente, la decana, acompañada también de la secretaria de la Junta de Gobierno, Carmen Pérez Andújar, y las diputadas Begoña Castro, Maite Nadal y el diputado José Manuel Pradas, en sus palabras de clausura, ha querido agradecer a ponentes y participantes su asistencia a la Cumbre, al tiempo que ha recordado la imprescindible necesidad de erradicar cualquier trato discriminatorio por razón de género.

Hay que destacar la lectura por parte de la diputada Begoña Castro, de una carta de una colegiada de 95 años, María Luisa Súarez Roldán, quien solo ha podido estar presente en esta Cumbre por esta vía. En su emotivo mensaje, ha destacado que le emociona ver que su Colegio celebre este tipo de actividades y que, por primera vez en la historia de la institución, haya una mujer al frente. 

Finalmente, el diputado José Manuel Pradas ha sido el encargado de leer las siguientes 

CONCLUSIONES:

PRIMERA.- La mujer accede a puestos de responsabilidad con mayor esfuerzo, compromiso y dedicación, ya que, a pesar de los avances conseguidos, hay que trabajar más que un hombre para acceder al mismo puesto.

En la carrera judicial, los ascensos se realizan mediante nombramientos no reglados, es decir, por designación. En el caso de los altos directivos de empresas son elegidos por quienes forman ya parte de la dirección cuya mayoría son hombres.

SEGUNDA.- En España las dificultades son mayores que en otros países europeos donde no hay excesiva dificultad para acceder a puestos directivos intermedios. Sin embargo, para acceder a puestos de primer nivel en Organizaciones Internacionales los obstáculos se equiparan a los españoles.

TERCERA.- A pesar de que no hay diferencia en la gestión del trabajo que realiza la mujer, a medida que va ascendiendo a puestos de alta dirección encuentra que los hombres son valorados por su potencial y las mujeres en base a resultados demostrados.

Las mujeres deben recibir más apoyo dentro de los equipos, puesto que es necesaria la diversidad para ofrecer más riqueza en el trabajo diario.

Las mujeres no pueden pagar un precio por tener hijos, pero la realidad es que son ellas a quienes más afecta la conciliación de la vida familiar y laboral.

CUARTA.- El porcentaje de mujeres socias en los grandes despachos es de un 15,7% en una profesión donde ellas obtienen mejores expedientes académicos. Esto significa que las mujeres en la abogacía tienen que hacer un sobre esfuerzo ya que la desigualdad afecta a su carrera profesional.

Los planes de igualdad, tal y como están concebidos, parece que no funcionan.

Hay tres problemas básicos que deben ser abordados de manera  previa o paralela a la conciliación en los despachos de abogados: existe un problema en cuanto a la carga de trabajo; también un problema estructural orientado a la base social española para implantar la flexibilidad laboral; y, no está bien valorado el trabajo de abogados y abogadas.

Las organizaciones profesionales juegan un papel importante a la hora de realizar políticas de igualdad para sus asociados y asociadas. Las políticas de igualdad deben ir dirigidas tanto a mujeres como a hombres.

QUINTA.- En materia de lenguaje jurídico, España está a la cola de la mayoría de los países, incluidos los de Latinoamérica que llevan trabajando en estas cuestiones más tiempo que nosotros.

El derecho a comprender por parte de los ciudadanos requiere mayores esfuerzos de las instituciones judiciales. Se debería profundizar en la redacción de las resoluciones ya que en muchas ocasiones utilizan un vocabulario “encapsulado” con términos sustituibles y que dificultan enormemente la comprensión.

Los legisladores entienden que la utilización del masculino en el lenguaje jurídico tiene que ver con su origen, con la antropología de las palabras. Fijan la palabra que entienden más correcta con independencia de que se trate de un interesado o de un demandante. La conclusión a la que llegan es que lo sexista no es tanto el lenguaje en sí como realmente el mensaje, en la medida en que se intenta redactar utilizando el término más adecuado con independencia de que sea masculino o femenino. Eso no significa que se alcance dicho objetivo.

El lenguaje sexista no tiene que ver con el sexo sino con el abuso de poder como es la violación o la violencia de género. El lenguaje sexista consigue convertir a las mujeres en audiencia cautiva.

La exclusión y la autoexclusión sociolingüística conducen a una menor autoestima y a una carencia de la confianza necesaria para el liderazgo.

SEXTA.- La igualdad debe sentirse no pensarse. La educación de los jóvenes, tanto en los centros educativos como en casa, además de la información que reciben a través de los medios de comunicación y de las redes sociales debe ser íntegramente igualitaria.

SÉPTIMA.- Muchas situaciones de violencia se producen o agravan por el hecho de ser mujer.

La desigualdad entre hombres y mujeres se percibe en menor medida entre los adolescentes y jóvenes que entre la población adulta. De igual forma, en cuanto a las situaciones de violencia los adolescentes y jóvenes tienen una percepción menor que los adultos.

Y todo ello a pesar de que el número de órdenes de protección establecidas ha aumentado notablemente entre las menores de 18 años.

Las nuevas tecnologías deben asumir un papel protagonista en favor de la igualdad de género y para solucionar este problema de falta de percepción real de la desigualdad y la violencia desde la concienciación y la denuncia de las situaciones creadas.

MENCIÓN ESPECIAL:

Queremos aprovechar esta oportunidad para lanzar un alegato en favor de la protección de género en la actual crisis de la emigración que se ha convertido en crisis humanitaria, en favor de las mujeres migrantes, en general, -muchas de ellas, embarazadas- y, desde luego, en favor de las mujeres para que puedan ejercer legítimamente el Derecho de Asilo reconocido por las normas internacionales.

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