Mensaje del Decano a los familiares de las víctimas del covid-19

La crisis sanitaria del Covid-19 está haciendo que nuestras vidas personales y profesionales se vean alteradas de una manera radical, afectando de manera directa y letal a todas las esferas y condiciones sociales, tanto en el ámbito nacional como internacional. Detrás de cada número y cifra, hay vidas humanas perdidas y tragedias familiares.  

En estos días de confinamiento asistimos atónitos, con impotencia y perplejidad, a una situación de peligro y riesgo continuo. Convivimos con el miedo y la angustia instalados en nuestra mente y corazón.

Escuchamos a diario la dolorosa noticia del fallecimiento de miles de personas, entre las cuales también se encuentran profesionales de la abogacía.

En este recordatorio queremos hacer un reconocimiento a los profesionales del mundo del Derecho, verdaderos artífices de la defensa de los derechos del ciudadano y pilares de la sociedad civil.

Aquellos cuya tarea no se reduce solo a la defensa de intereses ajenos, sino también a la contribución a que el Estado de Derecho funcione, sistema que regula la convivencia y la justicia en la sociedad.

Queremos dedicar estas líneas de homenaje y reconocimiento a todos nuestros compañeros y compañeras fallecidos, destacando la importancia que para nuestra sociedad tiene la profesión de abogado/a: recogen los problemas de los ciudadanos, defienden sus derechos y aportan soluciones.

Por razón de las circunstancias actuales, como ocurre con otras víctimas, no han podido tener la despedida que merecen, ni sus familiares poder ser arropados en el sentimiento.

El no haberles podido velar ni enterrar en condiciones normales no impide que les hagamos un reconocimiento colectivo, de cariño, admiración y respeto.

En la memoria de los seres humanos habita el recuerdo, y éste es la mejor forma de que las personas permanezcan entre nosotros.  

El Colegio de Abogados de Madrid quiere rendir tributo a los suyos, tanto de forma general, integrantes del colectivo de abogados y abogadas, como de manera particular, con sus nombres y apellidos, en la mente y en el corazón.

Descansen en paz.

José María Alonso 

Decano del Colegio de Abogados de Madrid

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