El ICAM ha celebrado esta mañana un acto conmemorativo a nuestra norma suprema bajo el título “Abogacía y Constitución: 40 años de tutela judicial efectiva” junto al Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona. El decano, José María Alonso, ha intervenido con la decana de la ciudad condal, Mª Eugenia Gay Montalvo, y Óscar Alzaga, uno de los padres del texto constitucional, en un evento que ha atraído a destacadas figuras del mundo jurídico y del resto de Colegios Profesionales.
En el evento, cuya clausura ha corrido a cargo de la ministra de Justicia, Mª Dolores Delgado, también han participado los decanos del Colegios de Arquitectos de Madrid, José María Esquiaga, y su homólogo de medicina, Miguel Ángel Sánchez Chillón.
En primer lugar, Alonso ha destacado la asistencia de Gay “teniendo en cuenta los momentos convulsos en Cataluña”. Su presencia “es una muestra de generosidad, compañerismo y respeto hacia nuestro Ordenamiento Jurídico”, ha recalcado. Gay ,por su parte, ha definido el evento conmemorativo como “un acto importante para la Abogacía de Barcelona y, sobre todo, para las personas que defendemos la Constitución”.
La celebración conjunta de este aniversario tan significativo, tal y como ha destacado Delgado, “es una jornada histórica”. La ministra no se ha olvidado de que la Constitución “también tuvo madres con un papel decisivo, aunque no salieron en los periódicos” y ha mencionado a las “21 diputadas y 6 senadoras que formaron parte de la primera legislatura constituyente defendiendo activamente la igualdad de derechos entre hombres y mujeres”.
El valor de nuestra Constitución
Los decanos de Madrid y Barcelona, junto al resto de ponentes, han puesto en valor la Ley fundamental: “40 años después es muy positivo trasladar a la opinión pública mensajes de estabilidad, de seguridad, de confianza en las instituciones que tenemos, en nuestras leyes y en los principales actores jurídicos: todos le debemos mucho a la Constitución”, ha expresado Alonso. El decano también se ha referido a la Carta Magna como la culminación de la Transición: “es una conquista de todos, y es un aval sustantivo a un largo y difícil camino que tuvimos que hacer con dificultades y sufrimientos”. Además, como ha señalado la decana de Barcelona, la CE “es quien nos describe a todos, pues para conocer profundamente un pueblo no hay más que acudir al texto sobre el que se ha cimentado”.
En este sentido, Alonso también ha confesado su tristeza e indignación cuando “se tiende a decir que no pasó nada hace 40 años. Los que tuvimos ocasión de vivirlo vimos el enorme esfuerzo que hizo la sociedad española para pasar de la dictadura a la democracia”, ha puntualizado, recordando que la Constitución hoy en día es una “referencia entre equilibrios nada fáciles”.
El papel de la abogacía
En palabras de Alonso, “actos como estos sirven para visualizar el papel relevante que jugó la abogacía durante la Transición”, un hecho que, de acuerdo a Alzaga, “fue un gran esfuerzo del que no se suele hablar como se merece”. Y es que, como ha señalado la ministra de Justicia, “Constitución y abogacía están intrínsecamente unidas, es la única profesión liberal que aparece textualmente citada, configurada como piedra angular para el ejercicio libre de los derechos de las personas”.
Gay precisamente ha referido que “a los Colegios de la Abogacía les toca celebrar de una manera muy especial y con mucho orgullo los 40 años de tutela judicial efectiva de derecho de defensa, promulgado en el art. 24”, un derecho éste, en palabras de la decana, que constituye un “pilar imprescindible del sistema democrático y donde el abogado deviene una pieza fundamental”. Por ello, Gay ha insistido en que “la abogacía permanecerá independiente siempre que los poderes públicos sean conscientes de la importancia que representa en el mundo el derecho de defensa”.
Alonso también ha apuntado el rol fundamental de los letrados “cuando el Estado debe intervenir para que no se arrollen derechos y sufran las libertades pero no lo hace”. Por eso, como ha querido destacar el decano, la Constitución representa “un patrimonio de nuestra libertad y concordia”.
La necesidad de reforma
La mesa ha abordado cuestiones como la reconfiguración territorial y la supresión de la preeminencia del varón en la sucesión a la Corona, mostrándose críticos con la actuación de las fuerzas políticas: “algunas de esas medidas requieren convocar referéndums y disolver las Cortes y, hasta ahora, ningún partido lo ha querido afrontar”, ha señalado Alonso.
En opinión de Alzaga, “la continuidad jurídica del Estado supone la continuidad jurídica del Ordenamiento mediante su reforma y mejora permanente y su actualización”, y aquí, el constituyente considera que es la Abogacía quien “puede impulsar para que ordenadamente no seamos la Constitución más renuente a la actualización de Europa Occidental”. Una resistencia a las reformas que, en el caso del ejecutivo, quizá obedece a lo que apuntaba el decano del ICAM: “La reforma se sabe dónde comienza pero no dónde puede terminar”.
“Recuperar las libertades y derechos retrocedidas durante la crisis económica” es el enfoque, según Delgado, así como “afrontar los retos para seguir fortaleciendo nuestra realidad democrática, sin olvidar los principios que hace 40 años inspiraron la Carta Magna y que nos han permitido llegar a lo que somos”.
En definitiva, y aunque Delgado se despidió confiando el deber de “nuestra generación para reformar la CE y mejorarla para los nuevos tiempos”, no cabe duda, como remarcó el decano del ICAM, de que “con sus imperfecciones y necesidades de revisión, la historia de nuestra Constitución ha sido una historia de éxito, de convivencia pacífica y democrática”.