- La decana, Sonia Gumpert, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, junto a Francisca Sauquillo y Alejandro Ruiz-Huerta han descubierto una placa conmemorativa en el Colegio
Esta mañana, en la sede del Colegio, numerosas personalidades del mundo jurídico, político y social se han dado cita para unirse al homenaje a los Abogados de Atocha en el 40 aniversario del atentado.
Esta mañana, en la sede del Colegio, numerosas personalidades del mundo jurídico, político y social se han dado cita para unirse al homenaje a los Abogados de Atocha en el 40 aniversario del atentado.
La decana, Sonia Gumpert, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, junto a Francisca Sauquillo y Alejandro Ruiz-Huerta han descubierto una placa conmemorativa en la sede principal del Colegio para “levantar los nombres de los compañeros de Atocha en el corazón de nuestra vida profesional, en el centro del Colegio”, como ha destacado la decana en sus emocionadas palabras.
También ha recordado “con inmenso orgullo que la abogacía madrileña estuvo a la altura de las circunstancias” en defensa de la libertad y la democracia y que, desde el 24 de enero de 1977, “la abogacía mundial tiene en nuestros compañeros de Atocha a los héroes más señalados”.
Por su parte, Alejandro Ruiz-Huerta, presidente de la Fundación Abogados de Atocha ha expresado su deseo de que “esta placa sea un símbolo del fin de la violencia” y ha tenido palabras de recuerdo para el decano Antonio Pedrol del que “no podré olvidar el beso que me dio mientras estaba en el hospital. Estaba con la abogacía pero sobre todo estaba con las personas de la abogacía”.
El papel que tuvo el Colegio de Abogados y su “valentía” lo ha destacado igualmente Francisca Sahuquillo, hermana de una de las víctimas del atentado, en la medida que “todos los abogados consideraron a las víctimas “sus muertos”. Movilizándose como lo hizo, el Colegio contribuyó a que los asesinos no consiguieran frustrar el ansia de libertad y democracia”.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha cerrado el acto con la memoria de aquel día 24 de enero en el que “nuestra primera reacción fue llamar al Colegio. Y Pedrol nos respondió: ‘Estamos con vosotros, os lo merecéis, vuestros compañeros eran excelentes abogados y saldrán desde aquí”, en referencia a la instalación de la capilla ardiente en la sede del Colegio, entonces en el Tribunal Supremo, y la posterior salida del cortejo fúnebre desde esta institución.