Semana de los Abogados de Atocha: el perfil de Enrique Valdevira

Hoy recordamos a Enrique Valdevira Ibáñez, nacido en Madrid el 28 de febrero de 1942. Su padre era trabajador del vidrio y miembro del Sindicato Vertical (del que formaba parte el sindicato de transportes, cuyo secretario provincial quedó vinculado a los asesinatos). 

Estudió la licenciatura de Derecho en el CEU y en la Complutense, también daba clases de historia en un colegio. Trabajó en DEICINSA, consultoría multidisciplinar vinculada al PCE que asesoraba a los vecinos en materias urbanísticas, creada en respuesta a la gubernamental Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana de Madrid (COPLACO).

Junto a Sauquillo, representó a afectados por viviendas de UCHA y Martínez-Laforgue. Tenía su despacho en la calle Magdalena.

El 24 de enero acudió a la reunión en Atocha 55 estrenando capa y con dos bocadillos de jamón que compartió con sus compañeros.

Cuando los asesinos les gritaron que levantaran las manos preguntó si podía apagar el cigarrillo que estaba fumando.

Y es que “no era en absoluto el típico abogado que recitaba leyes jurídicas, sino todo lo contrario: siempre tenía una solución imaginativa para todos los casos. Un gran orador y un gran maestro”, destacan sus amigos.

Ruiz-Huertas Carbonell continúa convencido de que si Enrique hubiera tenido oportunidad de hablar aquella noche, habría sido capaz de detener el tiroteo.

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